Morel Rodríguez fue expulsado en el clásico a los 3 minutos del primer tiempo por una patada deliberada a Diego Villar y dejó así, a su equipo, con 10 durante casi 90 minutos.
Cuando uno incorpora o tiene jugadores de experiencia supone que estas situaciones las saben manejar. Momentos de calentura de un partido van a existir siempre, pero a los 3 minutos, ¿Qué sentido tiene pegarle semejante taponazo en la rodilla a un mediocre como Villar? Solo el paraguayo lo sabe.
Lo cierto es que su expulsión fue claramente determinante en la goleada que Racing le propinó a un Independiente, que de por si fue carente de ideas pero que tuvo el agregado de faltarle una pieza clave.
Uno puede pensar en muchos adjetivos calificativos para Morel, algunos imposibles de escribir, pero hay uno que le cabe a la perfección: irresponsable.