Hicimos algunos viajes. Por el país y por el exterior. Siempre junto a Independiente. Hicimos algún asado previo a un clásico a modo de cábala. Y funcionó.
Perdimos la final en Porto Alegre contra Inter, pero ganamos la de Río de Janeiro contra Flamengo.
Fuiste parte importantísima de “Maracaná 17”, aportando y bancando cuando los tiempos nos jugaban en contra. Estuviste siempre para darnos una mano. Siempre.
Generoso como pocos, este virus de mierda que te llevó no va a evitar recordarte eternamente como a una hermosa persona que Independiente nos permitió conocer.
Hasta siempre Guidito querido.





Dejá tu opinión sobre la nota!