Esta semana el club lanzó los abonos a plateas para la temporada que viene, o sea hasta junio del 2024. Y como suele suceder, generó muchísima polémica el valor de los mismos.

Entre los socios, y también con un dirigente que salió al cruce, defendiendo la decisión dirigencial comparándola erróneamente con los precios de combos de hamburguesas.

Como todo lo que trae mucha controversia, hay fundamentos para sostener que el costo de los abonos está dentro de lo lógico, como también para afirmar que hay una exageración y aprovechamiento de parte de los dirigentes.

Por eso, más allá de intentar arribar a una conclusión, vamos a tratar de basarnos en hechos concretos y que cada uno haga su análisis.

Para estudiar el tema, son muchas las aristas a tener en cuenta. Como por ejemplo el precio del mismo producto o servicio en el mismo lugar, osea en Independiente en momentos anteriores, y el actual en otras instituciones. También lo que se ofrece a cambio en esos lugares. Las reglas del mercado, con la oferta y demanda que interfiere y es parte de todos los intercambios comerciales. Y la actualidad de un país en crisis e inflacionario como el nuestro, que a su vez, está en una situación particular futbolística que repercute en todos los estadios.

-En cuanto a lo primero, si comparamos los valores del primer semestre de este año con lo que se pide por el segundo, llegamos a la conclusión de que hay un aumento muy difícil de sostener. Un incremento que va desde el 60% (en Gargantas, sectores medios y tribuna Bochini), hasta el 90% (en sectores de los costados) o incluso cerca del 150% en la bandeja Santoro Alta. Claro que en ese porcentaje, habría que incluir al primer semestre del 2024 para entenderlo mejor, pero el tema es que hay que pagarlo ahora y el club no ofrece ningún tipo de financiación sin interés, ni siquiera de tres cuotas como en el receso pasado.

Por ejemplo, para ir a una Garganta en la próxima temporada, hay que abonar $101300 ($50650 por seis meses) en efectivo o un pago con tarjeta, mientras que para ir a los mismos sectores en estos primeros seis meses del año, se pagaron $31900. Este 60% de diferencia, es el menor cuando uno compara los precios actuales con los de los semestres que vienen, siempre sin tener en cuenta las promociones vigentes, lo que se conoce como el precio de lista.

Tomando los valores de la temporada anterior, los porcentajes son aún mayores, ya que rondan el 150% en todos los sectores, bastante más que la inflación.

Si tenemos en cuenta que el socio viene aportando a la colecta que hoy pasa los 800 millones de pesos, y afrontando un aumento de la cuota social que sobrepasa el 100% en ocho meses de la actual gestión ($5000 en este momento), sumado a lo que rindió el equipo que armaron y sobre todo el primer técnico por el que apostaron, la realidad es que es difícil defender los nuevos valores. Y si lo hace uno de los dirigentes que tomó la decisión, con una tonalidad soberbia, como si el costo fuera de algunas chirolas que a los socios les sobran, se torna peor.

-Ahora vayamos al resto de los clubes. En Boca los valores para renovación de abonos son más altos, con las plateas desde los $85000 en los sectores extremos altos hasta los $200.000 en la bandeja baja central. En el caso de los abonos nuevos, se pagan $49000 adicionales. Pero las diferencias radican no solo en el precio, sino también en la mayor demanda y poca oferta. Y además, los Xeneixes tienen posibilidad de abonar hasta en 12 cuotas sin interés, haciendo que se acorte muchísimo la diferencia en los valores. La cuota social de un activo es en estos momentos de $4100.

En el Monumental, que tiene ahora una oferta de 83.000 ubicaciones y una demanda que la agota, aún no están los precios del semestre que viene. Pero para el actual, hubo valores similares a los de Independiente en las plateas más baratas (Sívori y Centenario $16500, San Martín y Belgrano $35000) y rondando el doble en las medias y bajas (entre $106000 y 125000). El valor actual de la cuota social Riverplatense es de $4070.

Para ver al Ciclón durante todo el 2023, los valores fueron más accesibles que en el Bochini. Los abonados para renovar pagaron entre $32400 y 121500 en un pago, o entre $36000 y 135000 en seis cuotas. En el caso de los nuevos abonos, siempre sin contar promociones vigentes, hubo que gastar entre $48600 y 182250 en un pago, y entre $54000 y 202500 en seis cuotas, siempre para todo el año. La cuota social de un mayor activo es de $4300.

Los vecinos pagaron por todo el 2023, entre $46578 y 155250 para renovar y entre $55890 y 172500 en los nuevos abonos, siempre en seis cuotas sin interés. Lo que podemos resumir en que un abonado de Racing pagó $3881 por mes para ir a la platea más barata y $12937 también mensual por la más cara, con financiamiento. Mientras que en Independiente, se abona por mes (sumando los valores del primero y el segundo semestre) $4062 por la más barata (Santoro alta), $7221 en el medio (Erico Alta) y $13066 la más cara. La cuota social en este momento es de $4500.

Pasa asistir a ver al Pincha en un asiento, se paga una cuota mayor a la social por mes, que en estos momentos es de $4000. En lugar de eso, se paga $5500 para ir a la platea más barata y $7800 para la llamada premiun. Para las VIP, se abona entre $9400 y $11000, siempre por mes incluyendo la cuota social.

En Vélez los precios son mucho menores, pagando por una renovación entre $33600 y 52000 por todo el año, con tres cuotas sin interés. Una explicación obvia es la mayor oferta, por el tamaño del Fortín, a la demanda de los socios. La cuota sale actualmente $3700.

En resumen, los precios en Independiente son altos, pero dentro de una lógica viendo al resto de los clubes grandes. Esto sin darle importancia a lo que uno recibe a cambio, está claro, porque más que un espectáculo deportivo, estamos hablando de sentimiento por sobre todas las cosas. Pero obviamente da bronca hacer la comparación sabiendo, por ejemplo, que este año somos el único grande que no juega un torneo internacional.

-En cuanto a las reglas del mercado, en Argentina se está dando una situación muy particular. Los hinchas se volcaron masivamente a los estadios, siendo Independiente un ejemplo más. Basta con recordar un sold out ante Platense en la segunda fecha, algo inédito. O un récord en cantidad de abonados y presencialidad en Avellaneda. No solo sucede en nuestro estadio, sino también en el resto y hasta en otros eventos deportivos, o masivos como los musicales.

Esto puede encontrar muchas explicaciones, alguna con mayor mérito que otra. La finalización de la Pandemia y por lo tanto el encierro, el Mundial ganado por la Selección (esto para los futbolísticos), y hasta la inflación que aqueja al país. Porque aunque suene contradictorio o raro esto último, también puede ser una de las razones. La gente que puede, gasta lo que le sobra porque no tiene mucho sentido quedarse con un monto que pierde valor día a día. Y para la clase media, en este contexto pensar en ahorrar para un inmueble o auto es casi una utopía.

Para resumir, podemos decir que los socios de Independiente estamos pagando la cuota social más cara, abonos a platea que si bien están dentro de una lógica, aumentaron mucho, tienen un valor muy alto y todo sin financiamiento. Y lo que recibimos es muy poco, dejando una misma sensación en los hinchas y socios: que somos la primera opción a la hora de pagar los platos rotos de los dirigentes. Cuota, abonos, colecta, crisis e inflación, sin ver resultados de ningún tipo. Eso es lo que genera bronca a la hora de ver los precios para renovar nuestro lugar en casa. O cuando por ejemplo, vemos como los dirigentes se hacen los desentendidos con la colecta en lugar de tomar una participación activa, generando acciones en el estadio que empujen a la misma, que en definitiva es en beneficio propio.

Está claro que uno de los ingresos más altos que tiene que tener el club es a través de la masa societaria, pero tirar mucho de ese hilo, se transforma en un aprovechamiento.

Ojalá todo valga la pena y empecemos a ver cambios en las deudas, el plantel y los resultados. Por ahora no es un precio justo.