Rodrigo Rey (8): El capitán respondió bien como siempre. En el primer tiempo le saca dos veces el gol a Merentiel. A los 4 le tapa el remate abajo, mientras que a los 37 lo traba con los pies y le gana el mano a mano. En el complemento casi no le llegaron, pero respondió brillante en el mano a mano que era offside de Xenón. Arrancó con una duda, tirándola afuera, pero después hizo todo bien.

Federico Vera (6.5): Buen partido del lateral, sin perder la banda incluso cuando estaba condicionado por amarilla. Fue poco, pero intentó participar en ataque.

Kevin Lomónaco (8.5): Estuvo distraído en un par de pelotazos, dejando huecos, como a los 25. Pero en el segundo tiempo se comió la Bombonera, mostrando toda su jerarquía. A los 10 ganó arriba, pero fue donde estaba Marchesín. Su presencia hizo que el equipo no se tire atrás, y mandándose para arriba generó tres ataques peligrosos en el tramo final del partido, que debieron liquidar el desarrollo. Gracias por este partido Kevin.

Sebastián Valdéz (8): Gran partido del central, que no tiene la jerarquía y las luces de su compañero de zaga, pero es un segunda guitarra excelente. Incluso cuando el equipo flaqueó, en la primera parte, él siempre se mostró seguro.

Álvaro Angulo (7.5): Cometió un error grosero, dejando habilitado a Merentiel a los 37 y perdió un par de veces en la primera parte. Pero obviamente eso deja de importar, porque en el complemento desfiló por la banda. Dijo que iba a hacer un gol en la Bombonera, y metió uno que vamos a recordar siempre. Gracias Negro.

Iván Marcone (7.5): Tuvo problemas como todos en la primera parte, pero se comió el medio en el complemento, siendo la segunda línea de presión y ganando muchas. Estuvo a la altura, y no es poco, todo lo contrario.

Felipe Loyola (5): Mal partido de Pipe, hasta que pasó de lateral. Realmente sorprendió para mal su nivel, porque lo necesitábamos más que nunca. Por suerte levantó en el tramo final, y clausuró la banda.

Luciano Cabral (4.5): Al igual que Pipe, dependíamos mucho de él, y no fue buena su actuación. Fueron pocas sus apariciones, y ninguna fue de su clase.

Santiago Montiel (6.5): No fue malo lo suyo, pero tampoco se destacó. Probó al arco a los 26, y no se fue lejos. Jugó su partido, como para seguido, pero le salió bien, como cuando la bajó magistralmente, generando el fastidio local.

Lautaro Millán (4.5): Mal partido de Lauti, perdiendo siempre por su banda, tanto conteniendo los embates locales, como tratando de llegar al fondo.

Matías Giménez (5): Mucho esfuerzo, como en los últimos partidos, pero en lo más importante para un nueve, fue malo. La roza de cabeza a los 12, sin llevar peligro. Lo tibio que va a buscarla a los 34, en la única clara del primer tiempo... En la segunda parte quedó solo a los 77 y cuando parecía que la hacía mal, enganchó y tenía para dejar solo a Montiel, pero decidió definir y le salió débil. A los 82 en otro ataque que debió liquidar el pleito, la tiró por arriba.

Diego Tarzia (8): Entró a los 60 por Millán, y tuvo media hora estelar, en un partido trascendental. Ganó siempre en defensa, cortando avances, y mantuvo el balón en ataque, generando chances. Levantó el nivel en las últimas fechas, hoy se ganó la titularidad y avanzó varios casilleros en la consideración general.

Pablo Galdames: Ingresó por Vera a los 76, para marcar en el medio y que Loyola marque al Changuito. Y si bien no se destacó, cumplió. Tuvo un buen tiro libre de lejos a los 84, y definió bien acertando al arco en la que era offside por la ausencia de Marchesín.

Fernández Cedrés: También a los 76, él por Cabral. Al igual que Galdames, se paró para morder todo lo que podía, y lo hizo.

Santiago Salle: Disputó los últimos minutos por Montiel, parado como 8. Tuvo un avance claro en el que manda un muy mal centro pasado.

Julio Vaccari: En lo que respecta a él, pedimos que el equipo vaya al frente y no se tire atrás, y lo hizo con creces. No nos metimos en el arco nunca, salvo en jugadas puntuales ante la búsqueda local. Así que lo único que tengo para decir en cuanto a su partido, es gracias.
Dicho esto, no nos podemos mentir, y hay que reconocer que el equipo tuvo un mal primer tiempo. En el que no se fue abajo solo por lo mal que juega Boca. Las sensaciones eran negativas, con Rey y Marcone tirando afuera un par de pelotas, con el 10 y Loyola sin tocarla, y con desatenciones en defensa ante simples pelotazos.
Pero tras el golazo de Angulo, el equipo no sólo justificó el triunfo, sino que además fue muy superior al local. Independiente terminó jugando en gran nivel, anulando y dominando a un Boca impotente, que no le llegó al arco.

Teníamos que ganar un partido importante, para empezar a ser un plantel ganador y porque era uno de los dos casilleros que le quedaban a este DT y jugadores. Para el otro, faltan dos partidos más.

Gracias por esta alegría enorme muchachos, vamos carajo.