Diego Rodríguez (6): No tuvo demasiada participación, un remate débil del Malevo a los 9 y uno bajo de Serrano dos minutos después. En el complemento algunas intervenciones de arriba y nada más. En las dos chances más claras de la visita (el gol mal anulado y un mano a mano) no tiene nada que hacer. Gustavo Toledo (5): No tuvo un buen partido, con varias imprecisiones que no pasaron a mayores. Como la del primer gol por ejemplo, que comienza con un tropiezo suyo. Floja marca ante Andrada en la chance que tuvo el delantero en la primera etapa. Un buen cierre apenas comenzado el encuentro y un par de quites interesantes, pasando muy poco al ataque. Hernán Pellerano (6): Noche tranquila en su debut con la Roja, aunque sin destacarse. Se mostró algo lento pero firme. Pierde con Andrada en el primer tiempo antes que Toledo. Víctor Cuesta (7): Volvió a estar sobrio e impasable. Sacó todo por arriba y tuvo varios quites mano a mano. Además dos chances de cabeza en un córner y un tiro libre (offside). Muy buena noche del central. Nicolás Tagliafico (6): Sin grandes inconvenientes, con la garra de siempre. Hoy con Benítez delante no pasó demasiado al ataque. Jorge Ortíz (6): Debut promisorio del Marciano, complementándose bien en el doble cinco. Muerde pero también sabe tocar y jugar. Bien presionando muy arriba en varias ocasiones poniendo en aprietos a la defensa de Rafaela. Suma su presencia en el medio. Jesús Méndez (7.5): Sigue en racha como el equipo, por ahora no tuvo este semestre esos bajones que suele mostrar. Cuando Jesús está contigo todo está bien dicen y así anda el Rojo. Sabio, genera juego por toda la cancha y se hace el dueño del equipo. Tiene que seguir así. Matías Pisano (3): El equipo es más sólido, gana, sus compañeros levantan el nivel y él parece no enterarse. Si Pellegrino se pregunta a quién sacar ante la llegada del Cebolla y la posible vuelta de Mancuello Pisano le saca un problema. Debe levantar, le daría más vuelo al equipo. Su remate en el segundo gol es lo único para destacar. Martín Benítez (9): El hada madrina que tocó a Mancuello el año pasado ahora lo tiene bajo su ala. Su realidad es otra, hoy incluso arrancando como volante lastimó como delantero. Se termina metiendo un autopase en el primer gol, aprovechando su velocidad y definiendo abajo. En el segundo toma un rebote y mete la pelota al lado del palo, por donde parecía imposible que pase. Está muy veloz, preciso y hasta metiendo pases gol como a Vera a los 25 y Albertengo apenas comenzado el complemento. Está en llamas, que no se apague por favor. Lucas Albertengo (6): Noche de sensaciones encontradas para el goleador. Por un lado le trajeron a su hermano del área, pero ante el rival equivocado. No tuvo un mal partido, pero fue muy flojo lo suyo a la hora de definir, algo raro en él. Participa aguantando a su marcador en el primer gol y luego se pierde dos hechos a los 21 y 46. Salió cansado y ovacionado. Está jodido cantarle algo con ese apellido, pero ya va a salir, se lo merece. Diego Vera (6): Si era saludable tener uno, ahora lo es más con su hermano negro. Los hermanos AlVeratengo hacen una dupla que ilusiona. Obliga, empuja, pica todo el tiempo. Tuvo dos mano a mano y definió mal, sino era una noche completa. Julián Vitale: Entró por Pisano para no pasar sobresaltos y jugó menos de veinte minutos de manera correcta. Claudio Aquino: Reemplazó a Vera y tuvo algunas buenas apariciones tocando bien la pelota. Juan Lucero: Faltando diez minutos saltó a la cancha por Albertengo y dos minutos después quedó mano a mano. Desperdició la chance de levantar él también. Mauricio Pellegrino: Independiente tiene un equipo que da ganas de ir a la cancha después de mucho tiempo y todavía falta el refuerzo de jerarquía y las dos figuras del semestre anterior. Estamos muy ilusionados y dentro de la cancha encontramos razones. Luce menos que el de Almirón cuando juega bien, pero es más sólido y efectivo. Da la impresión que maneja mejor el desarollo. Los refuerzos se acoplaron bien y Benítez a pesar de arrancar en el medio (terminó jugando de delantero) siguió de racha. Tres de tres, no hay mucho que agregar. Estamos contentos.