Samuel Cáceres, defensor de Independiente y autor del gol de la victoria contra Huracán, habló para OrgulloRojo Radio, se mostró feliz por el resultado obtenido y comentó que la clave del triunfo estuvo en “no desesperarse” por buscar el gol. Mientras Argentina jugaba su partido de Eliminatorias contra Paraguay, justamente los paraguayos Adrián Fernández y Samuel Cáceres se juntaron a ver el encuentro por televisión y fue el central quien habló para el programa radial de Orgullo Rojo en donde se mostró muy feliz por la primera victoria del equipo en el Nacional B. “Me siento muy feliz por cómo se dio todo. Más allá de haber traído los tres puntos de visitante, lo importante es ganar. Es lo que el equipo necesitaba como sea y por suerte se dio”, comentó el defensor al iniciar la entrevista. “Uno sabe que las cosas se dan a medida que va trabajando y haciendo lo que el técnico pide. Por suerte tenemos un director técnico que nos acomoda bien en la cancha y nos ordena. Él puede darnos su opinión, pero la realidad es que los que deciden a la hora de la verdad somos nosotros. Por eso De Felippe nos felicitó por no haber perdido la paciencia ni la calma a la hora de tratar de ganar el partido”, explicó Cáceres en relación al entrenador rojo y agregó: “Creo que en el segundo tiempo no nos desesperamos. En el primero nos volvimos locos en búsqueda del gol y no aprovechamos el hombre de más, sino hubiera sido diferente”. En relación a por qué a veces se nota tan “desesperado” al plantel a la hora de jugar, el central explicó: “Muchas veces uno por querer hacer las cosas bien, las hace al revés. Por la desesperación de querer hacer un gol queríamos ir todos para adelante cuando podíamos buscarlo de otra manera, como hacemos en los entrenamientos, para que sea más fácil. No sé si de afuera se ve o no, pero pasa que de golpe queremos ir a atacar sin pensar en vez de manejar tranquilos la pelota y no equivocarnos a la hora de hacer los pases”. A la finalización del primer tiempo, se notó al técnico Omar De Felippe algo molesto por la actuación de sus dirigidos, por eso Samuel aclaró que el entrenador les pidió en el entretiempo que “tengan paciencia ya que el gol iba a llegar en algún momento”, pero que no podían “relajarse por tener el hombre de más” y que se debían “mantener bien parados” ya que Huracán había avisado varias veces de contragolpe. Respecto al sueño que el paraguayo dijo tener el día anterior, en el que hacía el gol de la victoria, deslizó: “En el sueño lo hacía de cabeza. En los entrenamientos venía cabeceando bien en las pelotas paradas y eso me daba confianza”. “No imaginaba que iba a hacer un gol así pero es muy lindo, nunca pensé que iba a ser de esa forma y que la pelota me iba a quedar así justo a mí. Uno se imagina a veces que eso le pasa solo a los delanteros, pero por suerte estaba bien parado y ni siquiera miré al línea para saber si estaba adelantado porque sabía que no”, agregó. “En el momento que hice el gol se me vinieron muchas cosas a la cabeza. Mis compañeros siempre me alentaron, me apoyaron y me dijeron que era la oportunidad, que era el momento en el que tenía que demostrar para qué estaba. Cuando el otro día me tocó mirar el partido contra Independiente de Rivadavia desde afuera, me dieron muchas ganas de poder estar en el plantel. Al menos, entre los convocados. A veces es muy importante ser tenido en cuenta, aunque sea desde el banco de suplentes. A nadie le gusta quedarse afuera pero creo que las lesiones que tuve en la pretemporada hicieron que estuviera un poco más marginado y luché contra eso hasta último momento, porque lo último no sabía si iba a jugar”, apuntó. En relación a si al equipo le beneficia o no jugar de local teniendo en cuenta la presión de la gente, Cáceres explicó que jugando en el Libertadores de América, la gente siempre quiere que Independiente gane todos los partidos y “están en todo su derecho”, pero también comentó que “hay que tirar todos juntos para el mismo lado”. “A veces el reconocimiento de la gente o unos aplausos a alguno de nosotros cuando hacemos las cosas bien, nos da mucha confianza. Como yo me formé acá entiendo lo que quiere el hincha, pero es verdad que a veces al putear a un jugador, a éste psicológicamente le influye y termina haciendo las cosas mal. No porque sea malo o porque no sepa jugar al fútbol, todos los que están en un equipo grande como este es por algo, sino porque es depende la personalidad de cada uno. A algunos les hace bien ser puteados, en cambio a otros no”, comentó en relación a la reacción de los hinchas con algunos jugadores. Respecto al partido que jugará el Rojo contra el difícil Banfield, el defensor confía en que es un encuentro que “todos quieren jugar” ya que de ganar sería “un envión anímico importante” para empezar a formar una racha positiva. Ante la pregunta de si la experiencia en Chicago –con quien ascendió a la Primera B- le sirvió para estar jugando en esta división, apuntó: “Por suerte tuve la posibilidad de jugar en la B Metropolitana y conocer lo que es jugar el ascenso. Yo al principio subestimaba un poco la división hasta que me encontré con lo que era. Es realmente difícil y raspan por todos lados. Te arañan, te pegan por abajo… hasta los delanteros te pegan. Pero por suerte me sirvió muchísimo para volver más completo a Independiente”.