Un día como hoy, pero hace 102 años, nacía una leyenda, el máximo goleador del profesionalismo, el jugador que probablemente más se le acerque al Bocha en cuanto a lo que significa por el club, Arsenio Pastor Erico.
El 30 de marzo de aquel lejano 1915 el Diablo Saltarín nacía en Asunción. Nadie sabía en ese momento que iba a entrar en la historia del fútbol argentino con una cifra que hasta hoy se mantiene, 295 tantos, todos con la camiseta del Rojo.
Hay una anécdota jugosa que siempre vale la pena recordarla para los desmemoriados o para que las nuevas generaciones sepan de lo que era capaz este pedazo de ariete. Es que el Paraguayo, era un animal del gol, en 1937, a pesar de no obtener el campeonato, había anotado 47 goles en 34 partidos, sin embargo, la cantidad en el 38 bajó pero por una razón insólita.
La tabacalera Picardo, que en ese entonces fabricaba los cigarrillos 43 -hoy 43/70-, arregló con el goleador más famoso de la época que si llegaba a 43 tantos, ni más ni menos, iba a obtener un importante premio -un costoso reloj según algunos, importante suma de dinero según otros-. Y hablamos de épocas muy diferentes a las de hoy. Los jugadores no hacían diferencia ni con pases ni con sueldos, por lo que un premio extra así en muchos casos podía resultar muy beneficioso.
El paraguayo llevaba 41 tantos e Independiente necesitaba ganar para mantener la diferencia de dos puntos con River y en la última fecha goleó a Lanús 8 a 2, el 18 de diciembre de 1938.
Erico hizo el primero, después marcaron De la Mata (2), Vilariño y a los 35’ del primer tiempo, el paraguayo hacía el quinto que establecía la marca de 43 tantos en el torneo. De la Mata cerraría esa primera parte con el 6 a 1.
La gente le pedía a Arsenio que no hiciera más goles y se quedara con el premio que daba la marca de cigarrillos. Así fue, porque Sastre hizo el 7º y De la Mata hizo su 4º gol personal, aunque Lanús descontaba al final para sellar el 8 a 2.
Algo increible e impensado hoy pero que tampoco le privó a Independiente de ganar, ya que, por ejemplo el día de la consagración ante Lanús, metió 8 goles, claro que, de todos esos, Erico sólo convirtió dos para no pasarse y obtuvo el premio de la tabacalera.
Es que Erico fumaba abajo del agua. Genio de aquellos. A donde quiera que esté, felices 102 años Arsenio!