Independiente derrotó en el estadio Florencio Solá a Belgrano de Córdoba por 2 a 0 con goles de Francisco Pizzini y clasificó a octavos de final de la Copa Argentina. Buen debút de Almirón como técnico. Era el primer partido de Independiente desde su vuelta a Primera División, aunque esta vez por la clasificación a octavos de final de la Copa Argentina. Asimismo, Jorge Almirón debutaba como director técnico del Rojo con un esquema bastante particular: 5/2/3. Diego Rodríguez; Gabriel Vallés, Néstor Breitenbruch, Nicolás Figal, Cristian Tula y Lucas Villalba; Federico Mancuello, Franco Bellocq y Francisco Pizzini; Matías Pisano y Sebastián Penco eran los once jugadores que iban a salir de titulares al campo de juego. Sin embargo, una lesión de Vallés en el calentamiento provocó que el entrenador se decidiera por poner a Alexis Zárate por el sector derecho. Desde le comienzo del encuentro se pudo apreciar la principal idea que Almirón quería plasmar con sus dirigidos: salir siempre jugando por abajo, al pie y seguro. Sin embargo, en los primeros minutos, la intención se disolvía cuando  la pelota se aproximaba a mitad de cancha. La conexión entre los defensores y el mediocampo era tibia y Belgrano presionaba fuertemente, complicando al conjunto rojo. No obstante, a medida que los minutos fueron corriendo, Independiente comenzó a pararse mejor en cancha y la seguridad individual fue de menor a mayor. Así, de a poco, los de Avellaneda comenzaron a hacerse dueños de la pelota y a tener más conexión entre la línea de los cinco defensores y el resto de los protagonistas. Las principales salidas ofensivas pasaban por Pizzini, recostado por la izquierda, que siempre se mostró seguro y con ánimos de desbordar. Asimismo, Pisano (esta vez con la “10” en la espalda) se hacía cargo de manejar los hilos del ataque, mientras que Mancuello y Bellocq se fueron adueñando de mitad de cancha convirtiéndose ambos en el principal motor del equipo. El primer gol llegó a los 11 minutos de juego. Pizzini, que ya había avisado con relámpagos de desequilibro al aproximarse al triangulo del córner opuesto, volvió a infiltrarse en el área y remató, obligando al arquero Juan Carlos Olave a enviar el balón al tiro de esquina. A consecuencia del mismo y luego de una serie de rebotes, la pelota le llegó picando al mismo extremo derecho, quien no dudó en rematar de zurda. La pelota se clavó junto al primer palo del guardameta para poner el encuentro 1 a 0 a favor del Rey de Copas. Pese al gol y las buenas intenciones de juego, los balones parados fueron siempre una preocupación. Cada vez que la pelota llegaba elevada al área defendido por el Ruso Rodríguez, un vestido de celeste terminaba ganando  la posesión, aunque sin fortuna. Vale destacar que el arquero rojo fue clave en varias pelotas detenidas para mantener la valla en cero. En el complemento, Sergio Ojeda ingresó en lugar de Breitenbruch que se retiró con molestias, sin modificar el esquema táctico. Durante esta parte del encuentro, el elenco conducido por Almirón se mostró mucho más seguro que en la primera etapa, mientras que al conjunto de Córdoba se los notaba más apurados y menos pensantes en el campo de juego. El gol de la tranquilidad llegó a tan sólo tres minutos del segundo tiempo. Pisano, con la pelota, se aproximó al área y haciendo su típico recorrido de derecha a izquierda, eligió habilitar al solitario Pizzini. El autor del primer gol recibió, remató y (con ayuda de un rebote) el balón pasó por arriba de Olave para estampar el 2 a 0. El Rojo aprovechó el segundo tanto para comenzar a jugar con toda la tranquilidad a su merced y empezó a florearse en juego, pases y dinámica. Sin embargo, Belgrano, que siguió aprovechando las pelotas paradas y estando atento a los errores de Independiente, tuvo varias oportunidades de descontar pero la precisión les jugó en contra. Almirón agotó los últimos dos cambios: primero con el ingreso de Federico Insúa en lugar de la figura de la noche, Pizzini y luego con el de Marcelo Vidal en lugar de Federico Mancuello, de gran rendimiento. Los minutos se fueron muriendo en el estadio de Banfield e Independiente supo mantener la diferencia de dos goles para pasar a octavos de final. Almirón se fue con el buen visto por parte de la parcialidad roja, aunque restan varios puntos débiles a corregir: las pelotas aéreas y afianzar más las salidas seguras. Sin embargo, resulta ser una apuesta más que interesante para el buen juego. Independiente, con errores y aciertos, fue al frente y en esa propuesta, que se valora, le alcanzó para derrotar bien a Belgrano. El domingo, a pensar en Rafaela.