almiron y su idea
almiron y su idea
Almirón y su idea
28/02/2015
Por: Mono Rubino
28 de febrero de 2015
Distinto a lo que había sido el arranque cambiante del técnico rojo el torneo pasado, por tercer fecha consecutiva paró en cancha un equipo similar (sólo se vió el cambio de Aguilera por Figal y Valencia por Lucero) para enfrentar a Quilmes de visitante. Su dibujo táctico sigue siendo el 4-4-2, con la idea de jugar por abajo.
Sin duda esta continuidad le da a los jugadores más confianza y permite que se conozcan más entre ellos, por eso, el primer tiempo de Independiente fue una verdadera sorpresa. El partido pasado se habían visto innumerables toques innecesarios al momento de generar juego y por eso todo se hizo lento y predecible. Esta vez el equipo se mostró muy preciso con la pelota en los pies, jugando a uno o dos toques que siempre recibían con un jugador libre porque la movilidad de los receptores era muy buena. Para resumir el juego podemos ver la jugada del gol de Mancuello. El equipo arrancó del fondo con Toledo, avanzó por los defensores, Tagliaflico la llevó para adelante asociándose con Papa, allí apareció el capitán para comenzar a triangular, pivoteo Albertengo y ahí la bocha se abrió a la derecha, para Pisano, que juntó marcas junto a Toledo y generó el hueco para el pase y el tiro hermoso de Mancuello. Esta jugada es un resumen porque los ataques eran todos parecidos, toques por izquierda hasta que llegaba a la derecha y ahí se buscaba agarrar a contra pie a los defensores.
En el aspecto defensivo, los centrales se mostraron firmes y seguros, menos en una jugada donde Buonanotte le ganó la espalda a Tagliafico, pero no se sufría para nada. Aunque por esas cosas “lindas” que tiene el fútbol, Independiente se fue empatando al descanso, a pesar de ser ampliamente superior al conjunto cervecero.
En el segundo tiempo el equipo de Falcioni se paró mucho más adelante en el campo de juego, lo que hizo que la presión en los defensores que antes estaban más tranquilos fuera mayor y se perdiera la precisión de los minutos iniciales. Ahora la pelota conocía mucho más el aire y las posesiones eran cortas, como consecuencia el equipo se retrasó varios metros en el campo y pasó muchos momentos de cierta angustia, no por lo que pudiera generar Quilmes, que era muy poco, sino porque el empuje llevaba al nerviosismo del rojo, que revoleaba y luchaba más de lo que jugaba.
Aquí llegó un córner para el local, que parecía aislado, pero Quilmes quedó mal parado cuando salió la contra, que la comenzaron Pisano y Mancuello y luego la comandó de manera magistral Emiliano Papa y ya eran cuatro rojos contra dos. Albertengo, tras habilitación del ex-Vélez, la paró y definió con categoría y tranquilidad ante la salida de Assman.
El partido ya se volteó con todo para Independiente, que jugaba con tanta tranquilidad que el primer cambio tuvo que esperar, y fue acertado, ya que lo habían expulsado a Buonanotte, por eso entró Bellocq, preciso y firme en la marca, por Papa para acompañar a Diego Rodríguez, que por momentos se mostraba muy desordenado, y así soltar a Mancuello por izquierda, lo que generó varias jugadas de peligro como la que termina en amonestación a Albertengo.
En resumen Independiente jugó un partido cambiante, con ciertos vaivenes, pero en líneas generales sólido y convencido de lo que tiene que hacer. Para destacar la labor de los laterales, tanto Toledo, de una tarea muy completa sobre todo en ofensiva, como Tagliafico, que tiene estudiadísimo el manual de lateral izquierdo; también la actuación inteligente de Mancuello y la habilidad de Albertengo para generarse espacios y concretar situaciones de peligro para el arco rival. Se nota un crecimiento del conjunto de Almirón ese es un mérito de él, porque ante las críticas se la está bancando y jugando a muerte con su idea, y esto siempre termina en dos cosas, terquedad o genialidad. Esperemos, por el bien de Independiente, que sea la segunda.