auspicioso pero en deuda
auspicioso pero en deuda
Auspicioso pero en deuda
19/03/2017
Por: Nicolas Bruno
19 de marzo de 2017
En la primera prueba de carácter oficial que tuvo Independiente en este semestre, se pudieron observar algunos rasgos de lo que Ariel Holan pretende de sus dirigidos, pero fundamentalmente la falta de eficacia lo privó de obtener el triunfo.
Ya desde el vamos, Independiente plantó un once titular con características netamente ofensivas. Una línea de cuatro en el fondo renovada con las inclusiones de Fabricio Bustos, Nicolás Figal, el debutante Alan Franco y Nicolás Tagliafico. Pero lo que diferenció a este nuevo Independiente, a lo mostrado en el último proceso, fue la disposición del resto del equipo.
Tanto Walter Erviti como Diego Rodríguez se repartieron la mitad de la cancha, y ya de arranque, se observó a Emiliano Rigoni y a Gastón Togni - que también jugó su primer encuentro -, acoplarse a los dos delanteros para formar un 4-2-4.
Por el lado de la visita, hay que marcar que conociendo sus limitaciones se propuso cortar el circuito de juego equipo de Holan. Al conformar por momentos una línea de cinco defensores, y tener el equipo en su totalidad muy compacto, le fue muy difícil al Rojo romper ese cerrojo en la primera etapa.
Independiente se hizo amo y señor de la posesión de la pelota, algo por lo que San Martín de San Juan ni siquiera se interesó en hacer pelea. Simplemente, vinieron a Avellaneda con el afán de sumar algún punto, en su dura lucha por no descender.
Con el esquema que planteó Holan, era importante la movilidad y las rotaciones de los delanteros, el buen tino de Erviti para ser punzante con los pases, y el aprovechamiento de las bandas tanto con el desequilibrio de los extremos como por los desdobles de los laterales pasando por sorpresa.
Pero al menos en esta primera parte, esas combinaciones fueron esporádicas. Apenas un centro de Togni de rastrón que genero peligro pero no encontró destinatario y un cabezazo de Albertengo que sacó de buena manera Ardente. El trámite tuvo a un Independiente al cual le costó entrar por el carril central, debido a la acumulación de jugadores rivales. Tanto Gigliotti como Albertengo rotaban buscando asociarse con los volantes pero se careció de precisión para que esos avances prosperarán. A falta de respuestas en la generación de juego, fue el propio Erviti quien se posicionó unos metros más adelante, quedando el Torito Rodríguez como eje en la mitad de la cancha y hasta cinco hombres por delante suyo, en una misma línea. Por otro lado, un aspecto a destacar fue la presión que ejerció el equipo para recuperar el balón, y el posicionamiento para evitar cualquier tipo de contraataque.
En el segundo tiempo el trámite se dio de manera similar, con Independiente imponiendo condiciones y con un San Martín al parecer a gusto en ese rol de cuidar su portería. Buscando respuestas al déficit en la generación de juego y en la resolución de las aproximaciones, Holan trató de revolucionar el encuentro desde el banco de suplentes. Hicieron su ingreso Martín Benítez, y Ezequiel Barco por Gastón Togni y Lucas Albertengo respectivamente. Con el ingreso del misionero se ganó en asociación por el juego y se perdió el desborde que podía ofrecer el debutante. En cambio, al entrar el Turri, se apostó a que al jugar unos metros más retrasado que lo que lo había hecho Albertengo en la primera parte, pueda ser ese nexo entre los mediocampistas y los jugadores de ataque.
Más por empuje que con ideas, y sumado al cansancio de los sanjuaninos, es que se vio lo mejor de Independiente en esta segunda mitad. En sendas ocasiones los tándems conformados Bustos y Rigoni por derecha, y Tagliafico y Benítez por izquierda, pudieron lastimar a la última línea de San Martín. Además, a raíz del ingreso de Barco, ese 4-2-4 de la primera parte mutó por momentos a un 4-2-3-1 con el juvenil detrás de Gigliotti, quien luchó constantemente los centrales de la visita y tuvo una posibilidad concreta de convertir pero el poste le negó el gol.
Independiente empató y si bien no jugó mal, y de hecho mereció con claridad quedarse con los tres puntos, preocupa un poco la falta de generación de juego y de eficacia, y el haber dejado puntos en el camino con el rival absolutamente menor. Pero ante un primer encuentro, después de más de 90 días sin competencia oficial, vimos un plantel que deberá ir encontrando su funcionamiento conforme pasen los encuentros. Sentar objetivos claros, como lo son la clasificación a la Libertadores del 2018, y avanzar en los sendos cruces por Copa Sudamericana y Argentina respectivamente, será fundamental.