cachetazo a tiempo
cachetazo a tiempo
Cachetazo a tiempo
06/06/2017
Por: Nicolas Bruno
6 de junio de 2017
Independiente visitó La Bombonera para afrontar su compromiso ante Boca Juniors, correspondiente al partido de la Fecha N°27 del Torneo de Primera División.
Ariel Holan puso en cancha el mismo equipo que venció a Alianza Lima en Perú, sorprendiendo quizás con un Walter Erviti que venía tocado físicamente, y la ausencia correspondiente de Nery Domínguez en ese puesto. Para destacar de Boca antes del encuentro, era el cambio de Junior Benitez por Gino Peruzzi, lo que posicionó a Leonardo Jara de lateral por derecha y al ex Lanús como extremo por esa banda, formando un 4-3-3 muy dinámico.
Ya desde los primeros minutos, fue Boca quien demostró hacer mejor pie en el partido. Fernando Gago y Pablo Pérez mostraron un nivel alto, y eso contribuyó a la buena circulación del local, algo que Independiente no pudo contrarrestar nunca, ya que la presión no surtió efecto. Y por el contrario, cada vez que el Rojo intentaba elaborar una transición rápida, el Xeneize salía rápidamente a cortar dicho avance, con un excelso Wilmar Barrios como bandera de esto último.
Para colmo, el equipo de Schelotto abrió el partido por una falta imprudente de Alan Franco en área de Campaña, que Benedetto cambio por gol, y esto terminó de armar el partido que se venía reflejando, con un conjunto local que se sentía dueño del mismo, y se veía que al elenco de Holan le costaba.
Quizás la diferencia sustancial se dio en el mediocampo. Insisto con la ausencia de Nery Domínguez, pero no estrictamente por características de juego, sino porque más allá de que su despliegue ya no es el mismo que era antes, por cuestiones lógicas, Erviti no estaba para jugar todo el partido. Se lo notaba lento, incómodo, lento en la toma de resoluciones. Sumado a la pobre labor del zurdo, el Torito Rodríguez también tuvo una mala actuación.
Si faltaba algo, además de la certeza de estar jugando quizás el peor partido del semestre, y de estar en desventaja, es que esta aumente, y que además te pase a minutos de llegar al entretiempo, donde se estima que se pueden refrescar conceptos y salir a la segunda etapa de otra manera. Pero no hubo caso, dos goles abajo gracias a un cabezazo de Junior Benitez, y al vestuario.
La segunda etapa no reflejó grandes cambios. Independiente pudo controlar un poco más la pelota, aunque ni siquiera desde lo actitudinal pudo dominar a Boca. Algo que bien se destacaba de este equipo, que cuando no te ganaba con fútbol, lo hacía con actitud. Y eso estuvo en falta en la noche del domingo. Benedetto decoró el resultado a favor de los locales, después de una jugada desafortunada en la que participaron Franco y Martín Campaña.
El Rojo intentó cambiar la ecuación con los ingreso de Maximiliano Meza, Lucas Albertengo, y en última instancia Gastón Togni, pero no hubo caso, y el equipo se llevó un cachetazo de este partido. Un cachetazo que deja mucha tela para cortar, y que llegó a tiempo.
El equipo de Holan llegó a estar 14 partidos invicto, algo casi incuestionable, aunque se lamentarán algunos puntos perdidos en sendos empates. En algún momento era factible que se vuelva a dar una derrota, porque el fútbol tiene eso, y es ahí cuando hay que tener la cabeza fría y poner las situaciones en contexto. Desde el arranque del semestre se sabe que es un plantel que tiene poco recambio, y si hoy alguien está desilusionado con esta oportunidad desperdiciada de pelear el campeonato, es porque esté grupo alimentó esa ilusión.
Independiente se levantó, y a veces las derrotas son parte de eso. Por otro lado, está a las claras que todos los cañones deben apuntar al objetivo que resta conseguir en este semestre: clasificar a nuestra Copa. A la Libertadores. Ya que este plantel consiguió avanzar en la Copa Argentina y en la Sudamericana, como bien tenía planteado. Será clave en todo esto el próximo juego ante Defensa y Justicia, para acomodarnos en la tabla. Sin Tagliafico, nuestro emblema, con Barco tocado, pero con la ilusión intacta.