como si fuera la primera vez
como si fuera la primera vez
Como si fuera la primera vez
03/05/2015
Por: Mono Rubino
3 de mayo de 2015
En el 2004 se estrenaba la película dirigida por Peter Segal y protagonizada por Adam Sandler y Drew Barrymore. En la misma, el personaje de la actriz tenía un inconveniente por el cual se le borraba parte de la memoria y Sandler debía conquistarla nuevamente, día tras día, como si no la conociera.
Independiente se pareció a Drew Barrymore. Fecha a fecha parece olvidarse de lo sucedido en partidos anteriores. Con este, es el séptimo juego en que, luego de ponerse en ventaja, los jugadores no pueden aumentar la diferencia, aunque jueguen mejor, y el rival lo termina empatando casi siempre con una jugada fortuita.
Almirón dispuso una variante táctica con respecto a los partidos anteriores, ya que venía jugando con un 4-4-2. Esta vez usó un doble enganche con Mancuello y Pisano, dos volantes externos con Benítez y Pizzini y el único 5 era Méndez. Arriba Albertengo no quedaba como referencia fija para los centrales, y se movía para los costados intentando generar huecos.
El juego más que nada se basó en los pies de Pisano y el lugar preferido del ataque fue el lado izquierdo, por donde llegaron las mejores situaciones: una que erra Albertengo, otra que 'Turrón' tira el centro y Pizzini se la lleva puesta y la gran jugada del gol de “Juguete”.
En el aspecto defensivo el equipo se pareció mucho al que le ganó a Newell’s en la primera fecha. Esperaba en mitad de cancha obligando a los centrales rivales a generar juego. Tan eficaz fue la estrategia que Erviti jugó los primeros 30 minutos de líbero. Independiente cortaba rápido en mitad de cancha y ahí se desplegaban los volantes externos. El problema era que, si no podíamos robar la pelota en mitad de cancha, teníamos muchos problemas por los costados porque Toledo y Tagliafico quedaban muy solos contra los extremos de Banfield.
Fue llamativa la falta de definición del equipo. El Taladro no se caracteriza por marcar muy bien, en casi todas las jugadas quedaban mal parados y en desventaja numérica (4 rojos contra 3 del taladro o 5 contra 4). El equipo pasaba bien las marcas pero le costó horrores, primero acertar al arco y segundo, vulnerar a Pellegrino.
En el segundo tiempo entró Bellocq por Benítez para marcar casi personalmente a Cazares. A priori, parecía un buen cambio porque “Juanito” había sido la bandera de la levantada del Taladro en los minutos finales de la primera mitad. A consecuencia de esto, Pisano se fue del medio a la derecha y dejó de gravitar. Entonces le solucionó un problema a Banfield que ya no marcó más al 32 y permitió que Erviti se adelante, y por los costados Bertolo empezó a lastimar a Toledo.
Con el coraje que fue juntando con las llegadas, el equipo de Almeyda llegó al empate, en una pelota parada que luego de unos rebotes terminó en gol en contra del recién ingresado.
Después del gol de Banfield el “Extraterrestre” se dio cuenta que “Juguete” tenía que volver al medio y mandó a Mancuello a la derecha. Y ahí llegaron las mejores ocasiones del complemento. Primero, un tiro del 11 que ataja Pellegrino, luego de que Pisano rompiera el traveseño y una del capitán que deja en el camino al arquero y la manda por arriba.
Con la salida de Pizzini y el ingreso de Papa se resignó el ataque por izquierda, aunque con esto se contuvo más a Cuero, que estaba lastimando mucho a Tagliafico por el mismo lado.
La cantidad de partidos que nos empatan roza el papelón. Porque cada vez que va ganando es absolutamente incapaz de definirlo, o al menos, estirar esa diferencia. Habría que preguntarse si el problema es realmente futbolístico y cuánto juega la cabeza en que un partido como este que estaba tan controlado como parecía en el primer tiempo y se termina sufriendo por varios momentos. A diferencia de lo que sucede en la ficción, donde Lucy Whitmore no es capaz de recuperar la memoria, Independiente puede torcer esta historia y comenzar a aprender de lo que le viene sucediendo en varios partidos.