comprometidos
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Comprometidos
09/05/2017
Por: Nicolas Bruno
9 de mayo de 2017
Independiente visitó a Newell's en el Estadio Marcelo Bielsa en un compromiso frente a otro rival directo, en la búsqueda por la ansiada clasificación a la próxima Copa Libertadores.
Ariel Holan realizó dos cambios en el equipo respecto del que empató ante Estudiantes en el Libertadores de América. La inclusión de Juan Sánchez Miño en lugar de Nicolás Figal, sancionado por la CONMEBOL de manera provisional, y por otro lado el regreso de Walter Erviti ocupando la plaza de Nery Domínguez. Por el lado del local, los dirigidos por Diego Osella plantearon un versátil 4-2-3-1, con mucha libertad tanto para Maxi Rodríguez, Nacho Scocco y Mauro Formica para moverse por rotar por todo el frente de ataque, sumado al tremendo despliegue físico de Joel Amoroso por las bandas.
Ante este panorama, la realidad es que hay que destacar el enorme partido que disputó el equipo de Ariel Holan, que desde el arranque impuso condiciones. Independiente se hizo fuerte en Rosario y pudo lastimar a Newell's en primera instancia por la tarea realizada por Martín Benitez, quien volvió locos a los volantes de marca del equipo de Osella al buscar permanentemente sus espaldas a la hora de recibir el balón, y luego no se la pudieron sacar nunca. Pero no fue el misionero el único encargado de generar peligro sino que se apoyó en el desequilibrio de Ezequiel Barco, quien parece que encontró su puesto hace rato y no debe salir de allí. Sumado al juvenil, también dio la talla un Emiliano Rigoni, no tan participativo como en encuentros anteriores, pero determinante en jugadas puntuales. Todo lo bueno que este trio generó, se encontró con la tenacidad de un Emmanuel Gigliotti que a cada partido que pasa parece encontrar una mejor forma.
En el debe, aunque en este marco no opaca lo realizado por el equipo en la totalidad del encuentro, quedará el desempeño del doble cinco durante esa laguna entre el gol de penal de Newell's y la culminación de la primera etapa. A pesar de la calidad que denota tener Walter Erviti en su zurda, en Rosario no pudo hacer pie y quizás disputó su peor partido desde que viste la casaca Roja. Pero el ingreso de Nery Domínguez le aportó otra presencia al medio campo de Independiente, y a partir de su prestancia y tranquilidad a la hora de distribuir la pelota, el equipo de Holan tuvo tramos de buena posesión, sin necesidad de caer en la ansiedad.
Pero si hay algo que se destaca por si mismo en este grupo de jugadores cada vez que sale a la cancha, es el compromiso. Podrá estar pasando por arriba a un rival, goleando, o transitando momentos difíciles en un encuentro, pero este equipo ya tiene en su ADN una entrega constante, ecuánime en cada uno de sus integrantes, lo cual hace de Independiente un equipo con todas las letras, que sentó buenas bases en estos diez encuentros. Aquí hay que atribuirle un gran mérito al director técnico, quien tras haber sido denostado por varios, está cumpliendo con una de las máximas desde que llegó, trabajar y trabajar en este proceso.
Haciendo una evaluación general del encuentro, me quedó con la intensidad y la actitud de este grupo de jugadores. De seguir de esta manera los resultados importantes se conseguirán más temprano que tarde. Con los objetivos en mente, será primordial sentar bases de cara al futuro, teniendo en cuenta a una base con muchos juveniles - como Fabricio Bustos y Alan Franco -, le dará mucho rédito al club si se apuesta en este proyecto.
Párrafo aparte para el saludo histórico que por suerte para todos los hinchas de Independiente, parece que llegó para quedarse. No afectará directamente a lo que pasa en el verde césped, pero bien saben los que llevan la camiseta Roja puesta, que levantar los brazos en alto es representar a la historia viva de un gigante, y el compromiso no deberá negociarse jamás. La próxima fecha será una buena prueba para revalidarlo, ganar por fin en casa, y no tengo dudas que estos jugadores dejarán la vida para darle una alegría a la gente.