confianza agresividad e identidad
Por: Mauricio Luna
28 de agosto de 2017
El camino que eligió el Globo fue, justamente, el que supo potenciar Independiente, quien retrasó a Domingo (gran partido) entre sus centrales, para dispararlo rápidamente en cada ataque. El 5 fue clave en la recuperación, distribuyendo hacia ambos lados, y hasta asistiendo notablemente a Erviti cuando el partido estaba empatado en uno.
La agresividad de Franco y Tagliafico para borrar de la cancha a los dos referentes de área de Huracán también expuso las falencias de un tibio rival. Recuperación rápida de la pelota, pases cortos y paciencia, algo que escaseaba en Independiente y hoy fluye con naturalidad desde Campaña y los centrales.
Bustos, incansable como siempre, fue y fue por su sector; mientras que Sánchez Miño (¡cuánto lo necesita el equipo!) se mostró como una gran de salida en ataque -tiró el centro en el 1 a 1- sobre la espalda de Chimino.
Erviti, acompañando a Domingo, alternó más malas que buenas. El 10 estuvo impreciso en los pases, pero mostró una notable mejoría respecto a su estado físico. Meza, más adelantado, fue de menor a mayor durante los 90 minutos, acostumbrándose -de a poco- a jugar por el centro, con la cancha de frente, asistiendo y gambeteando para adelante, algo que a Independiente le permite romper líneas y llegar con facilidad a los últimos metros del terreno de juego.
Barco volvió a estar errático y Benítez, enchufado, demostró -una vez más- que cuando quiere, hace la diferencia. Dos goles, buenas definiciones y mucha movilidad en todo el frente de ataque. Fernández, único punta, convirtió, bailó y dejó en claro que es muy superior a Albertengo y que, en caso de que arribe algún delantero como refuerzo, no debe salir del 11 inicial.
Buenos ingresos de Torito Rodríguez y Jonás Gutiérrez, quien mostró su extenso currículum y expuso en pocos minutos lo que puede aportarle al equipo de Holan. Albertengo no cambió la ecuación sobre el final y el Rojo redondeó un partido casi perfecto, en donde solo le patearon una vez al arco, algo que preocupa pero no resulta un problema.
Independiente superó una prueba de fuego tras la derrota por la Copa Sudamericana en Tucumán. Debía alejar cualquier tipo de duda y demostrar que sin Rigoni también puede ser letal en ataque. Lo hizo en Avellaneda, con su gente, contagiando la identidad de un proceso que tiene 12 victorias, 9 empates y sólo dos derrotas. Los ideales propuestos permanecen intactos y la caminata triunfal, aquella que levanta los brazos y abraza a los miles evoca la mística roja. El sueño también está intacto, pero recién comienza. 17/11/2025 21:11:00
Independiente: qué necesita ahora para llegar a la Sudamericana 2026 leer mas
17/11/2025 19:11:00
Otro paso más: Huracán no pudo con Barracas y el Rojo sigue con vida leer mas