Según información de TyC Sports, el clima en Independiente se volvió aún más tenso este sábado cuando un grupo de la barra brava del club irrumpió en el entrenamiento del equipo, exigiendo un cambio de actitud de los jugadores.

Los barras, molestos por los recientes malos resultados y el bajo rendimiento, expresaron su enojo de manera contundente, señalando, además, la polémica en torno a la fiesta en un yate en la que participaron varios futbolistas del plantel.

Con un mensaje claro y directo, los violentos apuntaron al grupo de jugadores, advirtiendo que "dejen la joda y empiecen a ganar porque si no, la próxima vez no hablamos, actuamos". Este tipo de situaciones reflejan el delicado momento que atraviesa Independiente, tanto en lo futbolístico como en lo institucional, en medio de una campaña donde las expectativas de clasificación a torneos internacionales aún se mantienen, pero con la presión en aumento.

El contexto de Independiente se encuentra marcado por una sequía de títulos en el ámbito local que ya suma 22 años, y la desesperación de sus hinchas por recuperar la grandeza del club se hace notar.