dinamica de lo impensado
dinamica de lo impensado
Dinámica de lo impensado
14/01/2015
Por: Javier Brizuela
14 de enero de 2015
(COLUMNA DE OPINIÓN) La frase de Panzeri además de una buena definición de este maravilloso deporte sirve para comentar las últimas semanas del mundo Independiente, donde en medio de la dinámica propia del recambio con más partidas que llegadas al plantel, ocurrieron cosas impensadas que perjudican al Club.
La situación que se generó con el Rolfi fue fogoneada de más por los medios, quizá por la falta de noticias veraniegas, pero estuvo manejada de manera patética por la dirigencia. Hizo que el receso no fuera lo tranquilo que debió ser luego de un semestre con 33 puntos y algo de buen juego con prácticamente el mismo plantel que obtuvo un ascenso por la ventana algunos meses atrás jugando muy mal.
Los que teníamos alguna luz de esperanza acerca de la decisión con respecto a Montenegro y esperábamos que consiga nuevamente un lugar en el plantel, al menos para ponerle fin al tema y enfocarnos todos en el nuevo año, la vimos apagarse hoy con la conferencia de prensa que brindó Almirón, en la que ratificó que el ex capitán no será tenido en cuenta por razones futbolísticas.
El técnico tiene todo el derecho del mundo a no querer contar con él y preferir darle la chance a otros jugadores o pedir por la llegada de refuerzos, pero claramente se manejó mal. Puede sonar extraño que se desprenda de un titular en 18 de los 19 partidos del torneo pasado, pero también es cierto que lo sacó en muchos de ellos y que con un buen refuerzo se lo puede reemplazar, aspirando a mejorar el torneo pasado y el rendimiento del equipo.
En mi opinión Montenegro no es un ídolo de Independiente ni tampoco el capitán del descenso. El Rolfi es un gran jugador, sin dudas uno de los más destacados de este siglo en la Institución y el único (Milito lo hizo pero el físico no le respondió) que volvió cuando las papas quemaban, algo que le voy a agradecer toda la vida. Podemos discutir horas acerca de su rendimiento, jugó muchos partidos bien, otros muy mal, pero estuvo. Sus faltas en las dos temporadas de esta última etapa se cuentan con los dedos de una mano y con sus actuales 35 años se las rebuscó siempre para ser de lo mejor o lo menos peor del equipo. No es el Rolfi del 2009, mucho menos el del 2006 y está lejos del nivel que tenía en el 2002, pero le alcanza para tener una performance superior a la mayoría de sus compañeros.
No me molesta que se vaya, no me parece indiscutible, ya no es desequilibrante ni mucho menos, pero duele el destrato que recibió. Por él, ya que no se lo merece, pero por sobre todas las cosas por Independiente, que puede perder dinero y ve como queda muy expuesto un entrenador que inexplicablemente (al menos para mí) tiene mucha gente en contra a pesar de tratar de ejecutar un fútbol que coincide con el gusto del hincha y después de haber hecho una buena campaña.
El técnico debió haber hablado con él antes de dar a conocer la lista, los dirigentes hacer lo mismo en vez de ningunearlo por los medios y redes sociales. Reunirse y consensuar entre todos la mejor opción para no generar malestar. Y nosotros, los hinchas, tenemos que tranquilizarnos, entender que no es la muerte de nadie, dar vuelta la página y apoyar.
Pensemos en Independiente, que es lo que importa. Que en esta dinámica lo único impensado suceda dentro del campo de juego.