dos caras de una misma moneda
dos caras de una misma moneda
Dos caras de una misma moneda
24/09/2015
Por: Juan Manuel Colomer
24 de septiembre de 2015
Las noches de Copa son así. Ganás jugando bien y mereciendo más, pero no podés soltar una alegría completa para festejar como lo harías un domingo cualquiera. Anoche había sensaciones encontradas. Por un lado la felicidad de ver al equipo haciendo un gran partido, sobre todo en el primer tiempo, y estando a la altura de lo que significaba el choque copero contra Olimpia. Pero también dejó ese sabor amargo que da la incertidumbre de no saber si la ventaja alcanzará para pasar a cuartos. Una misma moneda con dos caras muy diferentes. Una tranquiliza, la otra preocupa.
La buena noticia es que el pase a la siguiente fase dependerá pura y exclusivamente de este grupo de jugadores. Si Independiente no se achica por jugar de visitante en el Defensores del Chaco, con todo el marco en contra y ataca como deben atacar los equipos que quieren conseguir cosas importantes, el 1-0 del Libertadores de América será amplio. Pero como anoche, además de una merma física lógica después de un gran desgaste en los primeros 45, el equipo claramente levantó el pie del acelerador y no volvió a ser todo lo ofensivo que había sido en la primera parte, nos queda la duda de qué cara mostrará el conjunto de Pellegrino en Paraguay.
Salir a cuidar el empate, además de poner en riesgo la clasificación, sería imperdonable con vistas al Independiente que todos queremos ver. Para salir campeón hay que jugar como campeón. No se puede especular ni perdonar. Mucho más si el rival de turno da facilidades defensivas como las que, al menos ayer, dio Olimpia. Ojalá podamos ver un equipo más parecido al del primer tiempo que al del segundo, que atacó con muchos más recaudos y vacilaciones y su principal preocupación pasó a ser proteger el cero en el arco propio y no aumentar la ventaja en el ajeno. La misión ahora es hacer en Asunción los goles que, por azar primero y por falta de físico y audacia después, no se convirtieron en Avellaneda.
Olimpia tiene su mejor arma en la ofensiva. Ayer no se animó a atacar mucho y cuando lo intentó se topó con una defensa Roja cada vez más sólida. Igualmente una o dos por partido estamos regalando y sufrimos más por esos errores no forzados que por los méritos del rival. Nuñez y Zeballos mostraron cosas interesantes y seguramente de local el equipo saque el plus que no tuvo en el Libertadores de América. Por eso hay que ir a buscarlos donde más les duele: en el fondo. Atrás son muy flojos. Incluso de arriba, histórico poderío paraguayo.
Méndez coronó uno de sus peores partidos en Independiente con una expulsión infantil, propia de un juvenil y no de un tipo experimentado como él. La noche negra de Jesús terminó con la roja que lo deja afuera de la revancha y genera dos problemas. Su ausencia por un lado y la presencia de Vitale o Bellocq en el once inicial de un partido de semejante envergadura por el otro. Una lástima no poder contar con un Torito Rodríguez recuperado porque hubiera significado una carta fundamental para un partido tan caliente como será el del próximo miércoles.
Buen partido de Toledo, sobre todo en el primer tiempo donde hizo lo que quiso por la banda derecha. Inexplicablemente en el segundo tiempo dejamos de aprovecharlo y el equipo dejó de ser todo lo ancho y profundo que había sido. Muy buen aporte del Marciano Ortíz (también mejor en los primeros 45) y de Vera, que aporta mucho en el juego pero me preocupa que no convierta las chances que tiene. Lo prefiero más presente en la red. En este tipo de cruces necesitamos de los goles más que nunca.
El Cebolla Rodríguez, como diría un cantautor con su mismo apellido, es el reparador de sueños. En el descansan todas nuestras ilusiones. Cuando tiene la pelota algo bueno para el equipo sucede. Un toque distinguido, una gambeta hacia adelante, su manera de colocar el cuerpo para proteger la pelota, sus ganas, su empuje, su contagio. “Siempre va esta personita feliz trocando lo sucio en oro. Y siempre hace su tarea mejor… ”. La cantidad de veces que en 90 minutos me digo qué fácil sería todo con uno o dos Cebollas más. Ojalá alcance con uno. Y eso que todavía no está en su plenitud física…
Se viene una semana repleta de nervios y ansiedad. A contar las horas para que llegue el miércoles. A recuperar soldados, a pensar como reemplazar a Méndez de la mejor manera. Y, sobre todo, a soñar a lo grande. Si el objetivo es lograr cosas grandes, no nos podemos permitir soñar en chiquito. Hay que viajar a Asunción a reconciliarse con la historia gigante de este Club que nunca entendió de localías ni estadios que den miedo. Hay que ir, ser hombres, jugar y ganar.