Independiente empató, de manera insólita, 1 a 1 ante Almirante Brown y desperdició la oportunidad de volver a ingresar a la zona de ascenso. Fredes marcó para el Rojo, mientras que Figueroa puso el empate.

            Luego de una previa caliente que puso en duda el desarrollo del encuentro, Independiente salió al campo de juego del Libertadores de América para medirse ante Almirante Brown. Instituto de Córdoba había empatado 1 a 1 en su clásico frente a Talleres y era la oportunidad perfecta que tenía el Rojo de ponerse nuevamente en puestos de ascenso. A causa de molestias físicas, Daniel Montenegro debió dejarle la “10” a Federico Insúa. Por su parte, Matías Pisano ingresó en lugar de Martín Zapata. Sergio Ojeda y Cristian Cáceres fue la joven dupla central que ausentó al lesionado Cristian Tula. El árbitro Diego Ceballos dio el pitido inicial de un encuentro que, desde sus primeros minutos, mostró sin disimulo el objetivo de ambos equipos: Independiente estaba obligado a ganar, mientras que Almirante Brown no veía con malos ojos llevarse un punto desde Avellaneda.  El Rojo comenzó tratando de filtrarse en el área del equipo cordobés, pero La Fragata se paró bien e impidió que Independiente lograra hacerle daño. Incluso, cuando los vestidos de rojo perdían el dominio de la pelota,  intentaba generar daño sacando provecho del contra-golpe. Sin embargo, a medida que los minutos corrían, Independiente no sólo se sentía incómodo y sufría la dificultad de lograr generar ataques, sino que cada vez la pelota le quemaba más. Es que el elenco de Isidro Casanova presionaba desde el último tramo de la cancha, sin perder el orden, y obligaba que los defensores rojos “dividieran” el balón constantemente. El cronómetro no cesaba, Independiente seguía sin hacer daño e Almirante Brown sonreía al saber que su planteo estaba dando sus frutos. No obstante, el conjunto dirigido por Omar De Felippe tuvo la posibilidad de abrir el marcador pasados los 23 minutos cuando -irónicamente- aprovechó el contra-golpe: Insúa le cedió la pelota a Mancuello en mitad de cancha. El volante corrió y habilitó de gran manera a Parra, quien tardó en dominar el balón facilitando la salida del arquero. Cuando ya se encontraba desde un ángulo cerrado, el guardametas regresó y llegó con lo justo a tapar el remate del “9”. Una interesante jugada de Mancuello dentro del área en la que hizo un “sombrerito” y le pegó desviado de derecha, sumado a una gran posibilidad de Alexis Canelo filtrándose al área, fueron apenas las jugadas más destacables de los primeros 40 minutos. Pero como el fútbol es impredecible, llegó el primero: Matias Pisano era dueño de la pelota y decidió prestársela a Hernán Fredes. El volante la recibió fuera del área (en el sector izquierdo) y, luego de enganchar y esquivarse a dos jugadores, remató de excelentísima manera para clavar el balón en el ángulo superior izquierdo.   Así llegó el entretiempo. Independiente, con muy poco, se fue ganando 1 a 0. En el segundo, se notó cómo el resultado a favor influyó en el juego. Almirante Brown se adelantó un poco en el campo de juego y el partido terminó de “armarse”. El dominio de la pelota se equilibró para ambos lados pero ningún conjunto lograba hacer daño o completar las jugadas con éxito. A los 14, por una molestia física, Parra se retiró para el ingreso de Sebastián Penco. Y, a esta altura de la disputa, el conjunto visitante manejaba aún más la pelota que el Rey de Copas, aunque sin generar suficiente peligro. De Felippe decidió ingresar a otro delantero de similares características a la del recién ingresado y puso en cancha a Christian Menéndez en lugar de Matías Pisano. Minutos después, precisamente a los 26, llegó el empate: Álvarez envío un centro desde el sector derecho y Figueroa, sólo dentro del área chica -Ojeda perdió la marca-, remató de zurda para vencer a Diego Rodríguez. Una vez más, Independiente estaba empatando un encuentro increíble. Luego del empate, el Rojo fue una maquina de perderse goles. Primero lo tuvo Menéndez, quien pasó de largo luego de un centro que iba dirigido a su cabeza. Segundos después, Mancuello cabeceó y la bocha se estrelló en el primer palo. Más tarde, Penco volvió a tener otra oportunidad en su cabeza pero el remate terminó arriba del travesaño y el mismo jugador iba a desaprovechar otra clara, minutos después. En tan sólo tres minutos, tuvo más oportunidades de gol que en todo el encuentro. A tres de concretarse los 90, Marrone fue culpable de una fuerte falta ante Penco y se ganó la segunda amarilla del partido, dejando a su equipo con diez hombres. Francisco Pizzini ingresó para reemplazar a Gabriel Vallés. Los cinco minutos agregados se concretaron e Independiente volvió a la vieja pesadilla. Desperdició otra oportunidad de ganar y sigue agonizando. Empató y sigue afuera de la zona de ascenso. La gente terminó más que molesta y los jugadores se fueron silbados y abucheados por el público. ¿Y ahora?