ego el gran enemigo del ruso
ego el gran enemigo del ruso
Ego, el gran enemigo del Ruso
17/09/2015
Por: Walter Linovich
17 de septiembre de 2015
Independiente siempre fue de tener buenos arqueros. Entre los más destacados podemos encontrar a los históricos Bello, Santoro, Goyen y en los 90 Islas y Mondragón.
Del 2000 a acá hubo otros buenos arqueros, recuerdo con afecto como al desaparecido Leo Díaz por el campeonato del 2002, que tuvo un paso bastante aceptable.
Después estuvo Navarro Montoya, que tuvo partidos buenos y partidos para el olvido. Y luego hubo una camada de arqueros impresionantes en las que se destacaron: Oscar Ustari, Adrián Gabbarini, Hilario Navarro y Fabián Assmann.
Hoy después de varios años siendo suplente, es el turno de atajar de Diego Matías Rodríguez. El “Ruso” alterna buenas y malas. En este último año me animo a decir que fueron más malas que buenas.
Pareciera que este arquero de 26 años, que también salió de las inferiores del club, está desesperado por conseguir aplausos y condecoraciones. Su desesperación por conseguir el reconocimiento del público le ha jugado tan en contra que se ha ganado el descontento y hasta el abucheo en algunas ocasiones por gran parte del público que asiste al estadio Libertadores de América. Él quiere sentirse querido por todos, quiere que lo aplaudan, quiere que le digan que merece el arco y que es un arquero fenomenal.
¿Está mal lo que pide el arquero? Quiero aclarar que no está en discusión su cariño hacia el club, sus compromiso, su actitud de intentar sumar dentro del grupo y lo bien que se lleva con sus compañeros. Pero lo que le falta a Rodríguez es humildad. Debería dejar de temerle a caminar de vez en cuando por el barro, reconocer que se equivoca en sus declaraciones, en sus caprichos innecesarios como querer tirar un tiro libre de manera atolondrada en un clásico y lo peor de todo es que ni siquiera se da cuenta de que sus errores pueden costarle muy caro a este equipo en crecimiento.
Germán Montoya es un experimentado arquero de 32 años que salió campeón en Vélez y logró un ascenso con Belgrano de córdoba. No creo que le pese el arco, somos muchos los que no entendemos por qué no ataja ni siquiera en la copa sudamericana. La realidad es que hoy Rodríguez no es un arquero indiscutido y tiene mucho que aprender.
El ego no es dañino siempre y cuando no se convierta en un exceso. Si el Ruso no se da cuenta de que en su constante esfuerzo por querer resaltar por encima de sus compañeros perjudica al equipo, es momento de que Montoya se ponga los guantes y se adueñe del arco por un tiempo.