Podemos debatir desde cuando, pero hay algo que está claro, de hecho es tan solo pensar como estás en este momento. Llena/o de nervios, claro, como todos los hinchas.

Porque el de esta noche es el partido más importante de los últimos años. Quizá desde los cuartos de final de la Libertadores en el Monumental, aquel del descarado afano en el 2018. A lo mejor hay quienes opinen que no, que es desde la semi frente a Colón en el 2021.

Es debatible, pero lo cierto es que estamos ante uno de esos encuentros que van a quedar en la historia, y es en esta clase de choques, en donde se forjan los equipos ganadores. Este Independiente aún no lo es, y de eso se habló mucho en los últimos meses, a medida que Vaccari y sus muchachos cosechaban buenos resultados.

Y decir que no lo es, no es hablar mal de este plantel. Pedir que sea ganador per se, es casi como exigirle experiencia a un pibe de 18 años que va a entrevistas en pos de obtener su primer laburo.

Ganando encuentros como el de esta noche es donde nacen esos motes, esa mística. Es hoy muchachos, hay que dar nuestro mejor golpe.

No traicionen nuestra idiosincrasia, tenemos con qué. Que los de azul y amarillo vean y recuerden lo que es tener a un enganche con la diez y vestido de Rojo ganándoles.

Hoy se puede completar uno de los dos casilleros que le faltan a este equipo. Y si se consigue, quedarán solo dos para el otro.

Vamos Rojo, vamos muchachos, con todo esta noche, estamos con ustedes.

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