esperando al mariscal
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Esperando al Mariscal
21/05/2016
Por: Mono Rubino
21 de mayo de 2016
En un partido que había dejado de ser partido mucho antes de arrancar, Independiente jugó unos primeros 45 minutos donde se lució y demostró como la presión de pelear el campeonato no lo dejaba desplegar el buen juego que sale desde los pies de sus interpretes.
A los 6 minutos, tras una gran jugada de Benítez, un perfecto pivoteo de Vera y una diagonal precisa de Rigoni, éste pateó cruzado y anotó el 1-0.
Y esa jugada va a mostrar lo que fue todo el primer tiempo. El Rojo imponiendo su velocidad ante un rival que ni siquiera se entrena, y así marcó diferencias enormes. Por eso, la acción del segundo gol no fue tan distinta a la del primero, pero esta vez, anotó el Viruta tras un sombrerito del mediocampista ex-Belgrano al arquero de Quilmes.
Lo de Quilmes era pobre, porque se notaba mucho como dijimos la falta de entrenamiento, parecía que Independiente jugaba a otro deporte, moviendo la pelota desde el centro hacia la izquierda preferentemente. Y si el equipo no se fue ganando por más goles en esta primera parte, fue porque por abusar del "lirismo" o en algunos casos por pecar de individualismo.
El Cervecero regalaba la pelota, intentando buscar pelotazos largos a los costados, pero la línea de fondo se devoró a los atacantes del local. Y cuando recuperaba la pelota, el Diablo salía jugando, preferentemente usando al Torito, que se la daba a un endemoniado Benítez, que se retrasaba casi hasta mitad de cancha para hacerse del balón y fue una verdadera pesadilla para todos los rivales.
Sobre el final, el seleccionado Victor Cuesta marcó el tercero luego de un córner y el equipo se fue con buenas sensaciones al descanso.
Decir que el segundo tiempo estuvo de más, es una obviedad que a esta altura de la crónica no debería sorprender. Quilmes siguió sin inquietar, e Independiente no paraba de manejarle la pelota. Le llegaba sobre todo por la izquierda, pero se notó que el equipo no quizo golear y hacer pasar verguenza a un club que está en un momento crítico, ya que el ambiente tampoco era el más ameno en el estadio. De todas formas, el arquero Dulcich fue el mejor del local, salvando providencialmente varias pelotas.
Droopy ingresó en lugar de Benítez, por el centro y Del Castillo entró a jugar por derecha, donde tuvo algunos arranques interesantes. Al Tanque Denis se lo vió un poco lento y a contrapierna de sus compañeros. Aunque no se resentió la idea de jugego, ser prolijo y tener una transición rápida de defensa a ataque, para expotar el juego por las bandas.
Se terminó un regular campeonato, donde quedó en evidencia una vez más, que material en el plantel hay, y muy bueno. Lo que se necesita es darles una buena inyección de caracter y valentía, para poder dar la cara en los momentos claves.
Valentía que tenía Gaby Milito para defender, anticipar y para salir jugando, con la cabeza en alto y pelota al piso. Valentía que tiene para agarrar el equipo en este momento e imprimirle su sello a este plantel que esta necesitado de un Mariscal.