Hoy es el cumpleaños N° 26 de Federico Mancuello. Sí, de nuestro capitán, nuestro nuevo ídolo, nuestro héroe en este lío. Feliz es el adjetivo que acompaña siempre a esta ocasión. Es justamente así como me siento ahora y me imagino que todos ustedes también. Pienso en “Mancu” y la sonrisa salta de mi rostro automáticamente. Pienso en su juego, en sus goles, en las alegrías que nos dio y en cómo supo ponerse el equipo al hombro, en el peor momento de la historia del club. ¿Cómo no ponerse feliz? Si hasta los hinchas de otros clubes lo admiran y quisieran que esté jugando para su equipo. Pero él es nuestro y tenemos que estar agradecidos por ello. Llegó de Santa Fe, su provincia natal, para crecer futbolísticamente en la pensión de Independiente, allá por el 2004. Sólo Belgrano tuvo el privilegio de tenerlo una temporada, en 2011/12, pero el resto del tiempo defendió nuestra camiseta.  Hace 11 años que se encuentra en el club, mismo número que lleva en su remera. Y aunque todos nos alegraríamos si lo venden, porque él se merece seguir escalando, al mismo tiempo estaríamos tristes de verlo partir hacia otro lugar. En el 2010, levantó con alegría la Copa Sudamericana y festejó el campeonato como el hincha que es. Sin embargo, no fue allí cuando demostró su verdadero amor por el “Rojo”. Como dice la canción Y en las malas te juro que nunca te voy a dejar, Fede estuvo presente en el descenso y lloró en el banco de suplentes como un fanático más, una imagen que nadie podrá olvidarse jamás. Pero si hay algo que él nos enseñó es que uno puede reponerse de esos momentos en que todo parece andar mal. Luego de haber ascendido, y sin que nadie lo sospechara, el equipo peleó el campeonato y él fue el máximo goleador de Independiente, con 10 tantos. Ahora, nuestro capitán ya es nacional. Hace 10 días, se confirmó que el “Tata” Martino lo convocó para vestir, por primera vez, la camiseta de la Selección Mayor. Nuevamente, es imposible no sentirse feliz. Todos los hinchas sabemos todo el sacrificio y el trabajo que él viene haciendo y esta convocatoria es más que justa.  El nivel de juego que demuestra, su amor por los colores y su risa llena de humildad hace que todos nos pongamos contentos. Messi, Agüero y Mancuello: una imagen soñada para nosotros que, de pronto, se convirtió en realidad. Necesito contar una “intimidad”. Ayer, mi amiga Eugenia, a la cual le agradezco profundamente por permitirme contar esto, comenzó a dar clases de Arte a niños de segundo grado. Al finalizar el taller, me envío una foto de un dibujo de un nene. ¡Adivinen a quién dibujó! SÍ, UN NIÑO DE 7 AÑOS DIBUJÓ, EN SU PRIMERA CLASE, A FEDERICO MANCUELLO. Será que se dejó de trazar a los superhéroes. O todo lo contrario: el “11” se convirtió en Supermancuello, un hombre que tiene grandes habilidades, que defiende siempre la camiseta ante cualquier adversidad, que no quiere que nada malo ocurra en el mundo del fútbol. Un individuo que juega colectivamente, que da todo por sus compañeros y que, con una pelota en los pies, brinda felicidad. Aunque él sea humilde y no se apropie de su nuevo apodo, se convirtió en el héroe de los chicos e incluso de los grandes. Hoy es una excusa más para saludarlo, para acordarnos de él pero, la verdad es que, en todo momento sabe sacarnos una mueca de alegría. Por recordar algún gol, por pensar en su amor por Independiente o por verlo con la celeste y blanca, compartiendo cancha con los jugadores argentinos y junto al mejor futbolista. Para todos los días, y en especial para hoy, le deseamos a nuestro orgullo rojo tanta alegría como la que él genera en nosotros. ¡Feliz cumple Mancu!