ganar y trabajar
ganar y trabajar
Ganar y trabajar
28/08/2016
Por: Mono Rubino
28 de agosto de 2016
Decir que Independiente jugó mal el primer tiempo es quedarse corto. Y decir que se fue ganando 1-0 por un único acierto individual (y error rival) es haber entendido lo que pasó en el césped del Mario Alberto Kempes.
La disposición táctica del equipo del Mariscal fue la misma que ante Lanús, pero con variantes metiendo a Méndez por Ortíz, probablemente buscando más despliegue hacia adelante y Denis por Vera, quizá intentando tener una referencia un poco más fija entre los centrales.
Belgrano entendió rápidamente como incomodar a la salida del Rojo. Casi siempre dejaban que la pelota la reciba el Torito y lo dejaban tenerla tapándole todos los receptores (que en muchos casos carecieron de la movilidad necesaria), y lo presionaban antes de llegar al círculo central. Allí el local recuperaba la pelota y buscaba, por izquierda las diágonales de Velazquez y por derecha los desbordes de Etevenaux.
Así fue como el conjunto de Teté González tuvo las jugadas de mayor peligro en el primer tiempo. Porque a Independiente le costaba horrores armar jugadas. En muchos momentos se notó una falta de confianza de los jugadores para buscar paredes en la mitad o buscar algún pase vertical y por eso se abusó en casi todo momento del pase atrás, que facilitaba el trabajo del Pirata que podía adelantar las líneas y presionar más arriba. Además, Bolatti y Lértora estaban atentos para cortar el circuito que unía la defensa con el Cebolla y luego con los delanteros.
Tan mal estaba jugando el Rojo que Leandro Fernández recibió varios metros detrás de la mitad de cancha antes de sacar el precioso pelotazo que terminó en el pie izquierdo de Rigoni y luego en el 1-0.
En el segundo tiempo se siguió viendo a un Independiente que le cosaba salir jugando, tal es así que las mejores jugadas llegaron por pelotas largas o en contragolpes aprovechando la velocidad de Benítez y la picardía de Barco.
Justamente Barco, quien ingresó por Jesús Méndez (desaparecido en acción), fue uno de los más claros y hasta en algún momento se animó a manejar el ritmo del ataque a su parecer.
El principal error del equipo de Milito fue que le costó recuperar la pelota en todo momento. Ni presionando arriba, ni en el mediocampo podía hacerse de la pelota, por eso los cuatro defensores tuvieron mucha actividad y respondieron muy bien.
Quizá un empate hubiera sido lo más justo para el partido, pero esas cosas no juegan al fútbol y se pudo ganar en una cancha complicada luego de 15 años. No por eso hay que ser necios y decir que se jugó bien.
Costó mucho la salida del fondo, costó la creación y la recuperación, casi todos los aspectos claves del juego que pretende Gaby en el equipo. Por ahora Torito no se muestra como una salida confiable desde la defensa y ni en Ortíz el otro día, ni en Méndez hoy, encontró una rueda de auxilio.
Lo que no faltó es actitud y concentración los 90 minutos, sobre todo para aguantar los empujes del local que sobre el final llegaban con muchísima gente.
Como decimos siempre, mejor trabajar, mejorar y pulir detalles con victorias en los hombros, y por eso estos son tres puntos importantísimos.