horripilante
horripilante
Horripilante
25/03/2014
Por: Lucas Riggio
25 de marzo de 2014
Independiente volvió a perder y extendió su racha negativa a ocho encuentros sin conocer la victoria. Fue2 a0 ante Sarmiento, con goles de López y Cacheiro, y prende de un hilo en la tabla. ¿Cuánto más?
El encuentro comenzó con el equipo local atacando intensamente. Los volantes externos del elenco verde llegaban a pura velocidad al extremo del área grande y, tanto Gabriel Vallés como Lucas Villalba se mostraban completamente perdidos en la marca y jugando a destiempo.
Al Rojo se le hacía muy dificultoso todo. Marcar, dominar y jugar. Contrario a lo que ocurría con Sarmiento. De hecho, apenas pasados los tres minutos del inicio, llegó la primera clara: Ramiro López dominó el balón y tiró un centro pinchado que encontró la cabeza de Diego Diellos. El delantero cabeceó de gran manera y el Ruso Rodríguez se lució con una magnifica tapada que envió la pelota al córner.
Así fueron los siguientes diez minutos del partido. Independiente no hacía pie con bola y Sarmiento, rápido, movedizo e insistente, llegaba de una u otra manera a los últimos tramos de la cancha con ánimos de inquietar la defensa de Avellaneda. De hecho, a los 13, Nicolás Sánchez encontró la pelota dentro del sector derecho del área grande, remató fuerte, y la esférica terminó haciendo temblar el palo del ángulo superior.
Apenas terminada aquella jugada, en la que milagrosamente el tablero seguía marcando un injusto0 a0, Julián Velázquez tuvo que irse retirado por una molestia y fue reemplazado por el paraguayo Samuel Cáceres.
Los siguientes diez minutos fueron un poco más leves para el conjunto dirigido por Omar De Felippe. No por mérito propio, claro está, sino porque Sarmiento -que igualmente seguía sintiéndose cómodo en la cancha- dejó de llegar con tanta intensidad. Aún así, Facundo Parra, Matías Pisano y Daniel Montenegro, no dejaban de ser espectadores de lujo.
Pero si bien el fútbol por momentos es ilógico, en la mayor parte del tiempo responde a la lógica. Y eso fundamenta por qué el equipo de Junín terminó premiado con el primer tanto del partido: jugaba mejor, tenía la pelota, presionaba y corría.
A los 23, después de un corto despeje de Cáceres, la pelota le llegó picando a López y éste remató con un fuerte zurdazo desde afuera del área. El disparo se desvió en Cristian Tula y la redonda terminó adentro del arco del rubio arquero rojo.
Era un merecido1 a0 para el equipo conducido por Marcelo Fuentes. Independiente no llegaba, no dominaba, era completamente impreciso y absolutamente inferior a su rival. Y aún así, desperdició una clara chance de gol cuando faltaban diez para finalizar el primer tiempo: una serie de rebotes hizo que Pisano dominara el balón dentro del área, por el sector izquierdo, pero remató y la pelota se fue rozando el segundo palo.
Y como si esa jugada fuera más de lo que el Rojo merecía, una linda sociedad -probablemente la única en el PT- entre el Rolfi y Vallés hizo que Fredes se filtrara en el área y, casi cayéndose, punteara la pelota. Se fue cerca.
No hubo novedades en el once inicial del complemento. Y tampoco hubo novedades en el rendimiento del equipo. Tan sólo ocho minutos tuvieron que pasar para que el Verde tuviera una nueva clara: Diellos envío un centro atrás desde la zona derecha y Cristian Tula casi la clava en contra al enviar la pelota al córner, evitando que le llegara a Sánchez, quien esperaba para clavar el segundo.
Un minuto después, De Felippe decidió sacar a Hernán Fredes para el ingreso de Cristian Menéndez. Salía un mediocampista central e ingresaba a un 9 de área para, seguramente, encontrar más peso ofensivo.
En los siguientes diez minutos, Independiente comenzó a mejorar la circulación de la pelota. Le costaba, claro, pero lograba al menos dominarla. Pero todo es difícil para el Rojo, y mucho más si, encima, juega con uno menos. Es que en una contra del equipo local, Tula llegó tardísimo en el cruce con Sánchez y Lunatti no dudó en sacarle la roja.
A pesar de tener uno menos, el entrenador rojo decidió ingresar a un nuevo jugador con características ofensivas y metió a Federico Insúa en lugar de Matías Pisano. Marcelo Vidal pasó a improvisar de defensor central.
El Rojo hacía agua, como en todo el partido. El tiempo pasaba, el empate nunca llegaba y, de hecho, eran más las chances de Sarmiento por estirar el resultado que las de Independiente por llegar a la igualdad.
Un intento de Quiroga y hasta una insólita desconexión entre los defensores y Rodíguez -que casi pierde la pelota con el arco vacío- eran apenas señales que anticipaban lo que iba a ocurrir a un minuto de completarse los 40: Insúa dominó la pelota cerca del área propio y, sin ver, hizo un pase y terminó regalandole la pelota a Cacheiro. El pibe la dominó y la clavó al primer palo del Ruso. Un golazo para el elenco local y el balde de agua fría que tanto viene sintiendo Independiente a lo largo de las fechas.
Una nueva derrota. Un nuevo golpe. Si Independiente agonizaba por el simple hecho de estar en la B Nacional, ahora pasa a sentir el sabor del mismo purgatorio. Son ya ocho fechas sin conocer los tres puntos y su pelea por subir es cada vez más y más dura...