Independiente recibió a Racing en el Estadio Libertadores de América en una nueva edición del Clásico de Avellaneda, que contó con un imponente marco. En relación al encuentro anterior, Ariel Holan dispuso el regreso de Nery Domínguez en lugar de Walter Erviti, manteniendo así un 4-2-3-1, con Gigliotti como referencia en ataque. Por el lado de la visita, Diego Cocca plantó un 4-1-3-2, con la presencia de Ezequiel Videla como volante tapón, con el ingreso del juvenil Pablo Cuadra por la lesión de Marcos Acuña. Además regresaba Gustavo Bou, quien ocupó la plaza de Lautaro Martínez, que viajó con la Selección Sub 20. Ya desde el comienzo, el trámite del partido fue parejo. Independiente intentó hacerse de la pelota con la circulación a partir de la línea de fondo, pero Racing se mostró muy ordenado y con una presión alta que generó complicaciones. En esa paridad, fueron pocas las jugadas de peligro en ambos arcos. Un mano a mano que tapó Martín Campaña ante Bou, y por el lado del equipo de Holan, Independiente tuvo varios desbordes que no pudo capitalizar, como por ejemplo con el remate elevado de Barco. Esa primera etapa culminó con un equipo que propuso pero no logró atacar con profundidad, y una Academia que vino al Libertadores a abroquelarse en su campo para salir de manera rápida, aprovechando el buen momento que pasan sus delanteros. Pero en la segunda mitad, algo afloró en este juvenil equipo de Independiente. Quizás contagiados por el clima que se vivía en el Estadio, pero los jugadores del Rojo salieron a comerse la cancha en el segundo tiempo, con el compromiso, la actitud y la intensidad con la que este grupo se identifica. Los desbordes de Barco y Rigoni generaron peligro constante en las bandas de la visita, sumados a la habilidad de Benitez quien tuvo un gran encuentro. El partido se terminó abriendo con una majestuosa definición de Emiliano Rigoni de tiro libre, en un momento de partido donde Independiente tenía el gol al caer. Luego de la apertura del marcador, Racing apenas tuvo un acercamiento para empatar pero Tagliafico tuvo un cierre sublime, y el partido fue entrando en una meseta, donde daba la sensación que los minutos se iban a consumir hasta que Abal, de mal arbitraje, pite el final. Pero en medio de la euforia y los festejos en las tribunas, Maximiliano Meza se inventó una jugada digna de Messi y tras pasar a varios defensores de Racing remató y la pelota besó la red del arco defendido con Orion, para poner el 2-0 final, minutos antes de finalizar el encuentro. Desahogo. Alegría. Sentido de pertenencia. Todo el Estadio reconoció el esfuerzo de este interesante equipo en formación, al cual además, se le están dando los resultados. Fue fundamental volver a ganar en casa, luego de más de cinco meses. Por otro lado, el equipo de Holan mantuvo el invicto, continúa sumando encuentros sin recibir goles, y se encuentra en una posición expectante en el campeonato, a cuatro puntos del último que hoy ingresaría a la Copa Libertadores, con un partido menos. Muchos puntos altos para destacar de este último clásico. Fabricio Bustos con su despliegue habitual, y el criterio para distribuir la pelota. Alan Franco quien a pesar de algún error puntual, le hizo sentir el rigor a Bou y juega como si tuviera dos años en Primera. El nivel anormal de Tagliafico en Independiente, quien ahora se destaca como central, y la levantada de Sánchez Miño como su ladero en el lateral izquierdo. En el medio un doble cinco que dejó todo una vez, con el Toro Rodriguez como estandarte, y en ofensiva la dinámica de los extremos, punzantes siempre por fuera y la figura del misionero Benitez, el mejor de los 22 en cancha. Acompañados estos tres por un Gigliotti quien hace un trabajo sucio muy importante, y se lo nota muy participativo en el circuito de juego. Independiente superó esta prueba con creces, y demostró quien manda verdaderamente en Avellaneda. Importante remarcar esto, en épocas donde hay más de uno que quiere contar que lo pasado es pisado y que la realidad hoy es otra. Pero justamente, la historia te dice quien sos. Ahora a pensar en la Copa Argentina, y partido a partido este equipo seguirá creciendo, a la par de nuestras ilusiones de volver a la Copa Libertadores.