independiente y sus once muertos de hambre
independiente y sus once muertos de hambre
Independiente y sus once muertos de hambre
04/11/2017
Por: Alexis Potel
4 de noviembre de 2017
Ante la concreta posibilidad de hacer historia nuevamente, muchos aseguran que esta Conmebol Sudamericana no se puede escapar ya que la necesidad de cortar la sequía de siete años sin gloria, es imperiosa y hasta obligatoria.
"Sólo un hombre que sabe lo que se siente ser derrotado puede llegar hasta el fondo de su alma y sacar lo que le queda de energía para ganar un combate que está igualado". Quien mencionó esta cita elocuente fue el legendario y mítico Mohammad Ali, el norteamricano considerado por el común denominador del boxeo mundial como mejor púgil de todos los tiempos. ¿Qué tiene que ver esta frase con Independiente? créame que mucho hincha y lector de Orgullo Rojo. En estos últimos 20 años nuestra amada entidad ha sido pisoteada, arrastrada, manoseada y vaciada por aquellos muchachotes de trajes caros y de ideas ineficientes que lo único que lograron, junto a jugadores de pésimo calibre, fue hundir el barco en un mar lleno de tristeza.
Siempre le recuerdo a mi viejo en algún encuentro de mates, el único equipo que para mí, en mi escaso uso de razón, a mis 26 años edad, fue el plantel con más de hambre de gloria que vi, el campeón del 2002 de la mano del Tolo Gallego. Ese que ganaba, goleaba y gustaba tanto en la Doble Visera como en cada estadio. Imposible olvidar la calidad del "Rolfi" Montenegro, la capacidad del "Pocho" Insúa, la presencia de Castaño Suárez en el medio del terreno, la pegada formidable de los laterales Juan José Serrizuela y Federico Domínguez, la cabeza de Dios de Lucas Pussineri y Gabriel Milito que ¡cuando el "Mariscal" empujaba Independiente siempre quería!.
Por supuesto que ese equipo es el único que mi mente rememora. El viejo en esa materia me pasa el trapo y me revolea la rica historia del Rojo por encima de la cabeza. Él me asegura, sonriéndose de manera picara, que uno de los tantos equipos que más muerto de hambre vio en la época dorada fue aquel que formaba con Goyén; Clausen, Villaverde, Trossero, Enrique; Gusti, Marangoni, Bochini, Burruchaga; Bufarini y Barberón". Un plantel catalogado nada más y nada menos que por Ricardo Bochini, en su libro "Yo, el Bocha", como el mejor de América lejos, luego de la obtención de la Libertadores en 1984.
Luego de aquel 2002, donde parecería que el aguas mermarían definitivamente, el derrumbe seguía asomándose despacito y sin prisa. Algunos esporádicos destellos de ilusión con equipos como el del 2007 con Pedro Troglio, el torneo que increíblemente se escapa como agua entre las manos con Argentinos Juniors en 2009, ya con Gallego en su segundo ciclo, pero nunca más un equipo muerto de hambre, sediento de triunfo y de hazañas, pese a ver conseguido la Copa Sudamericana 2010. Independiente seguió inmerso en un estado alzheimer deportivo inapelable. "pérdida de la memoria, de la percepción y del sentido de la orientación", según define la Real Academia Española en término medico. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Para colmo en 2013 se escribió la página más negra de este libro rememorativo del Rey de Copas. El sufrimiento era impoluto y la refundación necesaria.
Pasaron muchos años y en esta parte del 2017 se abre el camino para introducir la frase del legendario boxeador Mohammad Ali, porque Independiente pasó por todos los andariveles de desilusión, desidias y tristezas para resurgir como el famoso Ave Fenix. Hoy está ante una posibilidad histórica de llevarlo al lugar de donde nunca tuvo que haber salido; no solamente porque tiene estos once jugadores muertos de hambre, sino porque en el banco de suplentes cuenta con un entrenador como Ariel Holan que tiene tantas degustar un mangar glorioso que contagia hasta el más precavido.
De este modo los quiero, muertos de hambre, persiguiendo a su presa para sacarla del camino como nos gusta a los verdaderos hinchas, con fútbol, huevos y pierna fuerte. Recuperen la memoria del verdadero Rey de Copas; ese que levantó la Libertadores en siete ocasiones, aquel que con ocho jugadores enmudeció a media provincia de Córdoba en el Nacional del 77, el que hizo arrodillar a Juventus en 1973 y al Liverpool de Inglaterra en 1984. Somos Independiente, el que sigue gobernando el continente americano de punta a punta. Sigamos haciéndolo.
Se viene Libertad en 17 días en Paraguay por la primera semifinal de la Copa Conmebol Sudamerica. Nosotros alentaremos como siempre, ustedes jueguen muertos de hambre como nunca.