insoportable 2
insoportable 2
Insoportable
09/03/2013
Por: Walter Linovich
9 de marzo de 2013
(COLUMNA DE OPINION) Hace tiempo que no me costaba tanto dormir después de una derrota de Independiente. Sí, la vida tiene cosas mucho más importantes que un partido de fútbol, pero la situación que atraviesa el "Rojo", nuestro "Rojo", es tan angustiante que cada nuevo golpe duele más y más, y cala más profundo, casi que llega hasta el alma. El tiempo pasa, las fechas se consumen, pero el nombre de Independiente sigue apareciendo ahí abajo en todas las tablas de promedios, marcado con rojo.
Derrotas como las de anoche son las que quitan fe, las que merman esperanzas, las que te hacen sentir que no hay manera de zafar, que la mala se posó sobre nosotros y no se va a ir hasta vernos ahí, de rodillas. ¿Qué más tiene que hacer Independiente para ganar? Sí, entre otros aspectos, no dejar a Mauro Obolo bajar un pelotazo como si estuviera en el patio de su casa, pero... ¿vieron la jugada anterior al gol visitante? Palo y afuera pese a la buena definición de Caicedo. ¿Y los otros dos palos? ¿Las que sacó Nélson Ibáñez?
Lo merezca, no lo merezca, Independiente pierde partidos con mucha naturalidad y con una facilidad que nunca, pero nunca, se le presenta para ganar. Eso, claro, también tiene que ver con falencias propias del equipo, que ante la primera adversidad se desmorona y ya se le hace imposible levantarse. En escasos partidos en lo que va da de la temporada el "Rojo" arrancó perdiendo y logró dar vuelta el marcador. Pero la suerte...
"Quedan 30, 20, 10, 15, 400 finales", "Jugando así vamos a ganar muchos más partidos de los que vamos a perder", "A la gente le pedimos paciencia", son algunas de las tantas frases que venimos escuchando repetidamente desde que arrancó la temporada por parte de los protagonistas, pero a sólo 14 fechas para que todo se termine, Independiente sigue muy abajo en la tabla de los promedios. Y no era tan difícil salir...
Si uno ve las posiciones hoy, se da cuenta que con apenas un puñado más de puntos habría mucho más tranquilidad en el "Rojo". Producto de los flojísimos desempeños de los otros que pelean abajo, con dos humildes campañas de 25 puntos Independiente estaría afuera de todo. Pero no: con Cristian Díaz y el propio Américo Gallego, en gran parte por el pésimo armado del plantel (no tanto por los jugadores, sino por el momento en que llegaron), apenas se cosecharon 17 unidades en el Inicial. Y ahora, sólo 6 de 15...
Ahora ya está, mirar para atrás, en este momento, no tiene sentido. A fin de temporada será momento de evaluar en qué se falló, quién o quiénes fueron los culpables y tomar medidas. Hoy, lo único que sirve es mirar para adelante, no bajar lo brazos y dar lucha hasta el final, porque si bien la situación es delicada, lejos está de ser definitiva. Y todos juntos, además, porque los de afuera están esperando con tenedor y cuchillo nuestra caída.
Después del gol de Alexis Castro, el mundo se me vino abajo. Con el pitazo final de Néstor Pitana, el nudo en la garganta y las lágrimas en mis ojos no se hicieron esperar. Nada, no quería saber más nada con Independiente, quería acostarme a dormir y despertarme en junio, con todo terminado. Pero hoy, ya un poco más frío, no veo la hora de que sea sábado y estar ahí, festejando en Quilmes una victoria que sería importantísima.
A la gente, basta, no le pidan nada más. Revienta todas las canchas, hace colas de horas y horas en horario laboral para conseguir una entrada y, después de perder de local con Godoy Cruz, aplaude como si se hubiese ganado. A los jugadores sí se les puede, mejor dicho, se les debe exigir. Cobran fortunas, pero sus prestaciones distan demasiado de lo que muestran dentro del campo de juego. No todos, pero algunos no tienen la actitud que el momento requiere. A ellos, tengan dignidad y den un paso al costado.
El título de la nota no es en vano. Así siento yo esta situación y estoy seguro de que muchos más ya no aguantan esta pelea que tan ajena es a nuestra historia. El miedo a lo peor paraliza, saca ganas de salir el fin de semana o de ir a laburar el lunes, inquieta. Por eso, les pedimos a los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes, otra pata que también hizo agua en muchos aspectos esta campaña, que dejen la vida hasta el final de la temporada para mantener al "Rojo" en lo más alto.