jugando al limite
jugando al limite
Jugando al límite
19/04/2015
Por: Mono Rubino
19 de abril de 2015
En el partido vivido ante el Bicho en el Libertadores de América se pudo ver a un Independiente que está viviendo momentos críticos en el campo de juego, no se debe exagerar pensando que es un momento sin retorno, pero el equipo está entrando en una onda negativa de resultados que debe dar vuelta con buen juego y actitud.
El primer tiempo fue un regalo para las intenciones del visitante, que salió a hacer tiempo, cierto, pero también presionó y apretó muy bien la salida del fondo de los defensores, entregándole la pelota a Cuesta y a Tagliafico y tapando las recepciones de Mancuello y de Méndez, por lo que en gran parte de la primera mitad, la pelota estuvo por los aires, un juego que a este equipo no le sienta nada cómodo. Como si fuera poco, a pesar de esta fuerte defensa que hacía el equipo de Gorosito, que comenzaba con el “Lobo” Ledesma presionando como un delantero, se vió a un Rojo estático, y quieto, preso de los nervios y las presiones. Encima, cuando el visitante la recuperaba, costaba muchísimo volver a tenerla y eso fue algo clave que a Independiente le viene jugando en contra en los últimos partidos, porque una gran virtud era recuperar rápido y salir en velocidad con mucha gente para agarrar a traspié al rival.
Sólo dos ocasiones cercanas al gol tuvo el local, la primera fue luego de una recuperación en terreno ofensivo, que derivó a los pies de Albertengo que definía desviado y una jugada en la que Pisano habilitó a Papa que intentó buscar en el punto de penal a Riaño pero la pelota no llegó a destino. Sacando esas dos situaciones puntuales de juego, Independiente jugó mucho la pelota para atrás, y le costaba generar acción por los costados centralizando el juego, cayendo en el embudo que proponía el Bicho.
En el segundo tiempo entró Graciani por Riaño, para poner a Pisano a jugar a la espalda de los volantes centrales de Argentinos, y el equipo de esta forma comenzó a asociarse mejor, aunque se lo notaba falto de confianza.
Ahora el Bicho esperaba más atrás, sobre todo luego de la expulsión de Matricardi, y el juego de Independiente fue mejorando, no la gran cosa, pero mejoró, ahora los jugadores se desmarcaban, buscaban paredes e intentaban recuperar la pelota apenas la perdían.
El ingreso de Benítez le dió frescura a una banda izquierda que parecía estancada, porque si bien Papa jugó un correcto partido, no es un jugador revulsivo y Tagliafico pasa poco y nada al ataque, por eso el correntino fue uno de los que propuso con gambetas y velocidad, pero el abanderado de esta remontada en juego y actitud fue Mancuello, que con su increíble espíritu, jugó de todas las posiciones, de volante central, de enganche, de nueve de área y hasta de wing derecho. Esto le generó un enorme dolor de cabeza al contrincante porque le quitaba referencias de marca constantemente, y de los pies del 11 llegaron las mejores situaciones y se erigió como la figura indiscutible del partido el arquero Ojeda que sacó tres pelotas claras de gol.
No fue el peor partido del campeonato de Independiente sin dudas, pero el equipo tiene que ajustarse a los momentos en que los rivales no lo dejan jugar desde el fondo, como lo hizo hoy Argentinos en todo el primer tiempo, pero por sobre todas las cosas, debe volver a confiar en su potencial para ganar los partidos, porque no tenemos un mal equipo y la cabeza en estos momentos puede jugar malas pasadas.