la diferencia la hizo la jerarquia
la diferencia la hizo la jerarquia
La diferencia la hizo la jerarquía
20/09/2015
Por: Juan Manuel Colomer
20 de septiembre de 2015
Lo que debió haber sido una noche tranquila, que auspiciara de previa a la gran noche de copa que se nos viene el miércoles, terminó siendo casi un calvario. Los habituales suplentes que mandó a la cancha Pellegrino, en lugar de demostrar que están para sumar minutos con los titulares, expusieron sus propias limitaciones y dejaron en claro porque ocupan el lugar que ocupan en el plantel.
El equipo fue un espanto. Desde el juego pero también desde la actitud. Peor que en un entrenamiento y con el agravante de tener enfrente a uno de los peores del torneo, que además está técnicamente descendido. Basta solo con remarcar que casi no le pateamos al tercer arquero de Chicago. Imperdonable.
Si bien los de Mataderos no llegaron mucho, supieron como complicarnos y como aprovechar los innumerables errores defensivos de Independiente. El Ruso Rodríguez tapó un gran mano a mano ante Carrasco que hubiera terminado con el largo invicto del Libertadores de América.
La diferencia volvió a hacerla un jugador que rápidamente se metió al hincha en el bolsillo: Cebolla Rodríguez. Algo agotado físicamente después de completar su primer partido completo, metió el cabezazo que terminó dejando los tres puntos en casa. Además, fue el autor intelectual del gol de Lucero donde mostró una gran capacidad para hacer algo que nadie en este equipo hace: encarar con decisión y hacia delante. Sintió el cansancio en el segundo tiempo y el desconcierto generalizado del equipo, pero aún así volvió a ser fundamental, ahora aportando en la red.
Del resto de sus compañeros, poco y nada. Lucero fue el gol y poco más y Albertengo, lejos de capitalizar el haber convertido ante Arsenal, volvió a mostrar un nivel muy alejado del que le conocimos. Aguilera y Victorino no dieron seguridad y, sobre todo el ex Godoy Cruz, se complicó solo en varias ocasiones. Papa aportó mas en ataque que en defensa, donde le costó mucho hacerse fuerte y Chicago lo desbordó siempre. Ortíz arrancó bien pero lentamente fue sintiendo el desgaste y tuvo que salir. Vitale tuvo algunas buenas intervenciones pero también varias malas decisiones que terminaron en contragolpes del rival y pudieron costar caro. Lo de Pisano exacerba. Sigue jugando desganado y fastidioso. Hay que ponerle los arcos en la mitad de la cancha. Nunca un pase vertical, siempre para atrás o para los costados y a domicilio. No quiso, no pudo o no supo hacerse cargo del equipo cuando más se lo necesitaba.
La diferencia entre el Cebolla y el resto está en la jerarquía. Tenemos un jugador de esos que te cambian y te ganan los partidos solos. No podemos abusar tampoco porque no va a lograr vestirse siempre de superhéroe. Y ahí deberá aparecer el equipo. Otro de su jerarquía, no hay.
El miércoles se viene el partido más importante del año. El primero de un cruce que será duro pero que si el equipo lo juega con la actitud, la entrega y el fútbol que mostró ante Racing, será difícil que se pueda escapar. Necesitamos imponer condiciones, no relajarnos ni salir a ver qué pasa. Los jugadores tienen que dar la talla y demostrarse y demostrarnos que están para cosas importantes. Vamo’ arriba Rojo!