la guerra
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La guerra
30/01/2016
Por: Eugenia Ferreras
30 de enero de 2016
¿Por qué perdimos un Clásico contra los suplentes de Racing? Por la misma razón que nos consolamos repitiendo que las copas de verano son insignificantes, que seguimos 23 partidos arriba y que aunque nos canten en la cara que ellos están en la Libertadores y nosotros no, siguen siendo hijos nuestros: por la historia.
Lo que nos redime, nos condena.
Los suplentes de Racing no saben de historia. No saben lo que es Racing. Cuando decimos que a Racing le ganamos con la camiseta no es sólo con la nuestra, es también con la de ellos. A Racing le ganamos si juega Milito. Milito sabe lo que es Racing. Estos suplentes, estos pibes, estos nuevitos, este Romero, no saben. No tienen ni idea. No saben que Racing a Independiente le tiene miedo. No tienen miedo.
Lo que nos redime, nos condena. Independiente jugó el clásico de la misma forma que va a jugar el torneo que viene y de la misma forma que viene jugando desde que volvimos del Nacional: obligado. ¿Por quién? Por nosotros, a su vez, obligados por la historia. Por la camiseta.
La camiseta. Ese estigma, que curiosamente, nació inspirado en el Nottingham Forest. Un titán de Inglaterra y de Europa. Uno que llegó a ganar más copas internacionales que locales. Un monstruo rojo imparable durante los setenta, pero hundido en una crisis institucional, desde entonces, que lo tiene dormido y atrapado en una ciénaga frustrante, de la que nunca consigue terminar de salir. Nunca pudo, todavía, el Forest, volver al lugar que un día supo ocupar.
Y nosotros, del otro lado del Atlántico, parecemos repetir el mismo patrón, pero con el doble de ansiedad. Y nos volvemos locos de bronca si perdemos un clásico de Verano. No porque perdemos un clásico, sino porque se nos vuelve a hacer evidente la ciénaga. Nos echan en cara que juegan la Libertadores, nos ganan el clásico, salen campeones. Y nosotros todavía no podemos contraatacar. Todavía no conseguimos nada como para decir "¿viste, viste que al final sí éramos el más grande?". Tenemos un grito atragantado hace años y no lo podemos soltar.
Arranca otro campeonato y desde los dos frentes (el hincha y la institución), estamos ansiosos. Así que estamos quemando todas las fichas que quedan. Si esto es una guerra que se tiene que ganar si o sí, porque éste es el año y porque lo pide la historia, vamos con todo y vamos por todo. Y con un Tanque al frente. Por la historia. Por la camiseta.
Pero este año, curiosamente, vamos a usar una camiseta que no se parece a la camiseta de Independiente. Tiene matices. No es furiosamente roja. Pareciera querer despegarse de la obligación de tener que ser igual a esa que hay que defender cueste lo que cueste.
No me parece mal, como símbolo, tomar la misma actitud.
No estoy diciendo que nos desapeguemos de la historia ni me manden a estudiar, porque no estoy pidiendo eso. Estoy diciendo que cambiemos el foco, porque plantear esto con el peso de una guerra, nos va a dejar con una pierna menos y con la cabeza desordenada. Esto es igual que en la cancha: si por desesperación entrás a pegar: te echan. Como el Torito, que desde que volvió no es el Torito de siempre. Es un toro nervioso, presionado. Independiente, abriendo el plano, está igual.
Ojalá podamos ganar todo lo que queremos ganar este año. Ojalá ganemos todo lo que peleamos. Nos lo merecemos. Pero no sólo por la historia de antes, sino también y sobre todo, por el trabajo de hoy. No le quitemos mérito al Independiente que somos hoy. Al trabajo que hay hoy.
Y ojalá, sobre todo, que ganemos partidos de fútbol, no batallas. Campeonatos, no guerras. Porque con tanque o sin tanque, esto se juega con una pelota, despacio. No con bombas, violentos.
Esperemos todo lo que nos merecemos esperar, con la certeza de que va a llegar. Pero cuidemos la desesperación, porque la desesperación te hace pegar y te hace quedarte afuera. Roja directa.
Seamos como la camiseta, indirectamente roja. Tengamos matices.
Después de todo, como también dice nuestra tan respetada e incuestionable historia: el peor enemigo que puede tener Independiente, es Independiente.