la pizarra el jugador es montenegro
la pizarra el jugador es montenegro
La pizarra: el jugador es Montenegro
04/09/2013
Por: Pedro Molina
4 de septiembre de 2013
La generación de juego es sin dudas el principal problema de Independiente. La poca preparación de los partidos con Brindisi y esa sensación de que los jugadores se desparramaban en la cancha de cualquier modo, no pudo cambiar con tres días de De Felippe. En cuanto a nombres, esquema, actitud y desorganización, Independiente contra su homónimo mendocino se pareció demasiado al de las primeras fechas. En la lógica vuelta de página que se aproxima, Daniel Montenegro aparece como uno de los jugadores a mejorar.
Hay que ir por partes. Gustos al margen, el Rolfi es uno de los mejores de la categoría. Es decir, uno de los mejores jugadores, lo tiene Independiente. Desde esa premisa básica, hay que entender que Montenegro debe jugar bien. ¿Ese "deber" es únicamente propio? NO. También depende del contexto.
Volvió al Rojo a dar la cara en el peor momento, se quedó a pesar del descenso y hasta se bajó el sueldo en la renovación. Hay que dejar a un lado el pasado sus tantísimos pasos en falso y actitudes negativas, para entender que hoy a Montenegro hay que aprovecharlo. Aún estando muy lejos de ser el del 2002, sigue siendo "el distinto".
La mejor versión se vio en el primer tiempo contra Aldosivi. Ahí jugó por detrás de Parra y Menéndez con prominencia por la banda izquierda y cercano a Mancuello, quien fue prácticamente un enganche. Montenegro acompañó muy bien al zurdo, estuvo comprometido con el mediocampo y tuvo participación en los últimos metros. El resto de la historia es conocido.
Su última versión fue muy lejos del arco, desconectado de los delanteros, haciendo pases de 2 metros a Vallés y poco más. Se le exige un extra y la gente se enoja con él; lo que es entendible pero por el bien de Independiente no debería suceder.
Montenegro está incómodo. Zapata no es el mismo que en Belgrano: no pasa nunca por la banda, se cierra, entorpece el juego y no sorprende. Mancuello tuvo algunos momentos buenos aunque sufre de su eterna inconsistencia. Y para colmo Independiente juega sin laterales capaces de resolver una jugada con comodidad. En ese panorama, todo recae en el 10, quien no sólo no tiene acompañantes, sino que ni siquiera se mueve por un sector donde pueda desequilibrar por sí mismo.
La entrada de Pisano es inminente porque la necesidad del Rolfi por tener alguien con quien hablar el mismo idioma se nota a la legua. Con su ingreso, la creación pasaría a los pies de dos y en su rotación podrían pagar las carencias que tienen para ser enganches naturales. Por otra parte, si ya es complicado alimentar a Menéndez, peor aún es limitarle los movimientos al exLanús compartiendo el área con otro. Sobra gente en el área y falta en tres cuartos.
Cuando la gente sienta que tener al Rolfi es más un regalo que blanco de críticas, probablemente será más veces figura que apuntado. La presión la sufre y lo demostró en su última pelota del partido pasado. Es cuestión de rodearlo, rearmar la parte ofensiva y los resultados no tardarán en llegar.