la pizarra la doble funcion del mediocampo
la pizarra la doble funcion del mediocampo
La pizarra: la doble función del mediocampo
22/10/2012
Por: Pedro Molina
22 de octubre de 2012
La cancha de Argentinos siempre le presenta complicaciones a Independiente en los últimos años. Desde aquel gol de Denis pasaron tantos entrenadores, torneos y jugadores como días, pero el karma continuó hasta el viernes. La sensación que acostumbra y fue evidente el viernes es la de un equipo incómodo en una cancha tan chica y un local algo más preparado.
Este Argentinos intenta desde la defensa una salida clara, pero luego apunta al pelotazo directo sin utilizar al mediocampo. La manera más clara de entenderlo es viendo los jugadores que elige Astrada. Un doble cinco de hacha y tiza (deja a un lado al talentoso Pablo Hernández), un volante de ida y vuelta por derecha mientras que por izquierda Oberman, algo más estático y creativo, no funcionó en el sistema. En la delantera, ocurre lo mismo. En la única cancha donde Anangonó (lentísimo) puede dañar es en la de Argentinos, pivoteando y jugando para el verdadero bueno que es Marcos Figueroa.
¿A qué viene todo esto? A que Argentinos no utiliza el mediocampo y su “salida clara” es continuada por un bochazo al área contraria. Apunta a que el "Negro" baje alguna pelota o emboque algún centro o que Figueroa prenda la lamparita en los metros finales. En consecuencia, y con una cancha mojada, el mediocampo que visite esa cancha tendrá una complicación. Y así le pasó al "Rojo".
Por un lado, la presión no podía ser tan alta como para evitar los pelotazos y por otro, costaba adueñarse del balón. En líneas generales, esos fueron los problemas de un Independiente que no lució (a esta altura ya ni importa mientras se gane). El mediocampo entonces, con el marcador igualado, tuvo la función de aprovechar, de desequilibrar por las bandas y en el complemento con el 1-0 y menos piernas, tuvo la segunda función de replegarse a los defensores y evitar la lluvia de centros. En pocas palabras, el mediocampo fue el termómetro del equipo, como debe ser.
Hasta aquí no se ha hablado de nombres propios. Vargas por derecha con la chance del primer tiempo demostró la búsqueda por su punta (la jugada la inicia Rosales); Ferreyra con sus centros a media altura explicó la búsqueda a Farías y luego el doble cinco estuvo más que nunca destinado a la marca. Zapata no generó juego “cortito” como acostumbra y Battión también jugó de overol, aunque casi sentencia el partido con una delicadeza.