la pizarra la zona muerta
la pizarra la zona muerta
La pizarra: la zona muerta
14/08/2012
Por: Walter Linovich
14 de agosto de 2012
Un nuevo cero a cero le permitió a Independiente sumar un punto y patear la crisis para más adelante. Los números indican que el "Rojo" está último en la tabla de promedios y que necesita ganar como ninguno. Mientras tanto y con el respaldo del "falta mucho", se puede dar el lujo de valorar empates como ante Vélez. Todo tiene un límite y ese parece ser el partido con Racing.
El eterno primer tiempo fue malo. Independiente no tenía la pelota y cuando lo hacía le costaba mucho mantenerla. Paulo Rosales hizo lucir a Montoya y Leguizamón no se animó a definir cuando estuvo mano a mano. Es decir, jugando mal y todo, ya había generado más que ante Newell´s.
Pero el problema no se podía esconder debajo de la mesa y era notorio que en el mediocampo había una falla. Roberto Battión, volante tapón entre Santana y Mancuello, no hacía pie. Insúa, con sus diagonales a su altura, le complicó la existencia en más de una ocasión. De hecho, en una el 10 velezano asisitió con un taco brillante a Pratto, que por poco no pudo cambiar la chance en gol. En otra, un gran cierre de ¡Mancuello!, cubrió la pasividad del 5.
En pocas palabras, el armador del rival actuaba a merced mientras Battión intentaba tapar sus limitaciones ubicándose contra los centrales. Dicho sea de paso, lo de Tula y Tuzzio fue muy bueno, aunque el capitán a veces se exceda un poco con sus patriadas.
A la hora de las transiciones defensivas-ofensivas, el cinco es fundamental en un esquema así. Habitual hombre de buen pie y facilitador de salidas claras, Battión esta vez se sintió incómodo y no pudo dar la primera bola limpia. Su virtud principal estuvo lejos de desarrollarse y su papel en la cancha terminó siendo trotarla.
El ingreso de Fabián Vargas, a suplir su tarea coincidió con la expulsión de Cerro y la consiguiente salida de Insúa. Por lo tanto, lo del colombiano fue mucho más sencillo. De todos modos, más aguerrido y con crédito abierto, pide pista y titularidad.
A una semana del clásico, el equipo exige una tarea diferente al volante central. Sea Battión, Vargas o Marangoni, ante Racing debe volver el termómetro a la mitad de cancha: un jugador que no deje pensar al rival, que corte, que juegue rápido y que ordene.