La Perla de Oro: Diego Rodríguez Berrini: Gran partido del Torito, sobre todo en el segundo tiempo. Fue amo y señor del mediocampo, haciéndose dueño de casi todas las pelotas que pasaban cerca suyo. Fue importante su labor a la hora de distribuir el juego y presionando alto cuando la jugada lo pedía. Cada vez se parece más al que era antes de la lesión en el tobillo. Bien por el uruguayo. La Perla de Plata: Nicolás Figal: Sigue en buen nivel el juvenil zaguero de Independiente. Esta noche no tuvo inconvenientes en controlar cada avance del conjunto local. Asume los riesgos al salir jugando siempre desde abajo y generalmente sale bastante bien. Su velocidad y potencia son claves para el estilo de juego que pregona el entrenador ya que, en varios tramos del partido, la última línea de para en la mitad de la cancha. Sus rendimientos no hacen extrañar en absoluto a Pellerano. La Perla de Bronce: Diego Vera: Al fin pudo sacarse la mufa y poder convertir el único tanto que le dio la victoria al conjunto de Gabriel Milito. Siempre aportando movilidad y buen pivoteo para la llegada de sus compañeros. Se lo critica bastante a Viruta por bajar demasiado a pedirla y es que muchas veces no le llega el juego. Sin embargo, cada vez que tiene contacto con el balón puede nacer una jugada de peligro a su favor. Por suerte hoy pudo anotar un golazo de taco, luego de una gran jugada colectiva. Faltando poco para el cierre del encuentro se fue reemplazado por Denis. Maximiliano Meza: De los dos extremos que dispuso el Gaby, fue el que más peligro generó y el que tuvo más participación en el juego. Quizás, no siempre tomando la mejor decisión pero importante a la hora de asociarse con sus compañeros. Como la jugada del gol, después de varios toques entre los defensores, fue quién rompió líneas buscando una pared con Tagliafico y luego de un buen desborde llegó la exquisita definición de Vera. La Perla Negra: Emiliano Rigoni: Una sombra. Esa, tal vez, sea la mejor definición de este gran jugador esta noche en Junín. No pudo pesar su velocidad ni tampoco pudo aprovechar su buena pegada. Desde su llegada habrá sido el partido más flojo que tuvo el cordobés. Ojalá que sólo haya sido un mal partido y nada más, ya que es necesario que vuelva a estar picante como siempre. A considerar: Una vez más, Independiente ganó un partido sin jugar del todo bien. Le sigue costando plasmar la tenencia de la pelota en jugadas de gol. Si bien es cierto que la eliminación ante el humilde Chapecoense fue muy dura, que importante fue recuperarse con una victoria aún sin ser merecida o justificada en el juego. Se ganó un partido ante un rival menor y nada más. Deberá mejorar muchísimo si pretende ser protagonista del torneo. Yo creo que tiene material de sobra para lograrlo. Esta columna es un homenaje al recordado Guillermo Nimo