La Perla Blanca: Lucas Albertengo: Fue el único jugador de Independiente que entendió cómo deben jugarse este tipo de partidos. Obligó siempre a la defensa local y generó las chances más claras de gol que tuvo el equipo. Por momentos, se lo vio muy solo pero igual se las arregló para ser el jugador más peligroso de la visita. Curiosamente en el complemento, cuando tuvo más compañía por los ingresos de Riaño y Pizzini, no tuvo tanta incidencia en el juego. Con muy poco le alcanzó para ser el mejor del conjunto de Almirón. Nicolás Tagliafico: El mejor partido del ex Banfield desde que llegó al club. Firme en la marca y se proyectó con mucho criterio. Tuvo un cierre muy bueno ante Milito que hubiera significado el 2-0 en la primera etapa. Casi convierte el empate pero su peinada se fue besando el travesaño. Si bien aún no tiene el nivel por el cual se convirtió en el lateral izquierdo más codiciado del fútbol argentino, lentamente (demasiado para mi gusto) va encontrando su mejor versión. Diego Rodríguez: Últimamente, se lo viene castigando seguido al Ruso pero hoy no tuvo un mal partido. De hecho, de no haber sido por sus buenas intervenciones el resultado hubiera sido mucho más abultado. Antes que se abriera el marcador, le tapó un precioso mano a mano a Bou luego de un horror de Toledo. En el segundo tiempo, le quitó la posibilidad al ex River para que marque el segundo y faltando muy poco, le sacó un remate a Milito luego de una jugada preparada de pelota parada. En el penal, adivinó el lugar pero no pudo evitar el único gol del partido. La Perla Negra: Gustavo Toledo: Espantosa actuación del ex Banfield. Comenzó el encuentro dubitativo, con muchas dudas y muy nervioso. En el primer tiempo, cometió muchísimos errores infantiles pero, los que más preocupan, son los de concepto como intentar salir jugando por el medio con varios jugadores rivales presionando. Le regaló a Bou la posibilidad de abrir el marcador pero el Ruso se la negó. Nunca pudo hacer pie en todo el partido, cada pelota que tocaba –en vez de dársela a un compañero- se la daba a uno vestido de blanco y celeste. El local se hizo un pic nic por su costado y eligió ese sector del campo para poder lastimar a Independiente. Realmente no se entiende por qué terminó jugando todo el clásico y no fue reemplazado cuando lo ameritaba (no debió salir a jugar el complemento). Federico Mancuello: Hace varios partidos que no viene demostrando el gran nivel con el cual nos tenía malacostumbrados. Desde que volvió de la Selección, no es el mismo. Incluso, teniendo malas actuaciones, es el único que empuja hacia delante pero hoy no pudo hacerse eje del equipo. Por segunda vez consecutiva, se fue bien expulsado (le dio un pisotón a Cerro en el tobillo) y dejó a sus compañeros con uno menos. Como emblema y capitán del equipo es triste verlo salir así de un campo de juego. Por el bien de Independiente, ojalá que pronto recupere su nivel. Lo necesitamos! La falta de compromiso: Se notó en varios jugadores que formaron del 11 inicial. El local se llevó el partido por la actitud que pusieron sus jugadores en cancha. Ganaron siempre en la segunda jugada y ponían el alma para disputar cada pelota. Lamentablemente, esto no pudo verse en los jugadores de Independiente. Para algunos la camiseta roja pesó una tonelada, otros no dieron la talla y no estuvieron a la altura necesaria para jugar esta clase de partidos. El cotejo se pudo haber empatado, es cierto, pero no hubiera resuelto absolutamente nada. Jorge Almirón: Una vez más el entrenador se equivocó en el planteo del clásico. En vez de presionar al rival y arrinconarlo en su arco, se paró de contra aprovechar algún mal retroceso de la defensa local. Por momentos, sus dirigidos dieron pena dentro del campo de juego y desde el banco no recibían ninguna respuesta. Armó mal el banco de suplentes con tres defensores (teniendo cinco en cancha) y tardó demasiado en realizar los cambios. Este era un partido fundamental para su continuidad y desperdició totalmente la oportunidad. A considerar: Hace siete encuentros que Independiente no logra llevarse la victoria y parece que los días de Almirón, en el club, están contados. Esta situación ya es insostenible, la gente hace tiempo que ha perdido la paciencia y el próximo sábado, frente a Tigre, será determinante para el futuro del técnico. ¿Será capaz el entrenador de revertir este fatídico presente? ¿Ya cumplió su ciclo? En caso de irse, ¿quién sería su reemplazo? Incertidumbre es lo que define al mundo de Independiente. Lastimosa incertidumbre roja.