Almirón ‘sorprendió’ al colocar una línea de cinco defensores en el arranque del partido. El sorprendió va entre comillas porque, en realidad, el técnico deja siempre en claro que prefiere poner este esquema para enfrentar a equipos que jueguen con dos delanteros de área, como es el caso de Racing con Bou y Milito. Así, los los laterales tienen libertad para subir en todo momento y siempre hay un líbero que sobre entre los dos stoppers que hagan marca al hombre. A la hora de atacar, la intención era desprender a Papa y Breitenbruch, y que Mancuello se sume al ataque de forma constante para complementarse con Aquino y Pisano. Así, el ‘Toro’ Rodríguez sería el primer toque de cada jugada ofensiva y tendría, al menos, cinco opciones claras para poder distribuir. Mientras tanto, Albertengo se plantó de único centrodelantero para definir las jugadas. Si bien durante los primeros minutos no hubo un dominador claro, fue Racing quien tuvo las primeras aproximaciones desbordando por los laterales, jugando con pelotas largas a espaldas de Breitenbruch y Papa, pero con una efectiva respuesta de los tres zagueros de Independiente. El ‘Rojo’, por su parte, intentaba llegar rápido a campo contrario, pero la imprecisión de Aquino y Pisano hizo imposible generar una buena aproximación. Albertengo, por su parte, recibió siempre de espaldas y detrás de ¾ de cancha. No le llegaba la pelota. Mancu se desprendía de la línea central para colaborar en la ofensiva, y Papa y Breitenbruch subían para cubrirle las bandas al ‘Toro’ Rodríguez. Los laterales subieron mucho durante toda la primera mitad, lo cual dejó aún más espacio para que Racing haga lo que quiera por las puntas, y sólo de casualidad fue que el primer gol de la ‘Academia’ venga desde un corner y no desde alguna de esas jugadas. Justamente, el gol de Racing tiene tres errores. Uno de concepto: Bou hizo una jugada de PlayStation dando una suerte de sombrero para girar el sentido de la pelota ante un defensor que nunca se dio cuenta de lo que pasaba. El segundo, de atención: La pelota rebotó en Emiliano Papa, quien no estuvo atento ni vivo para poder despejarla como corresponde; la bola no venía con fuerza. El tercero, de costumbre: la bocha le pasa a no más de 30 cm al Ruso Rodríguez, ya con una disminución de la velocidad por el rebote previo; en esa jugada, los únicos reflejos que mostró fueron los de su pelo. Ya en el segundo tiempo, Almirón decidió darle algo de compañía a Albertengo al colocar a Martín Benítez por Aquino, quien no dejó su mejor imagen en el debut. Pensar menos y desequilibrar más, darle una opción al nueve para que no reciba siempre de espaldas. Y, sobre todo, alguien al que no le pese volver a marcar cuando sea necesario. Porque Aquino no demostró esas ganas en sus 45 minutos, y Pisano no las demostró en el año y medio que estuvo en Independiente. Al menos, eso pensó el ‘Extraterrestre’ en el vestuario. Aun así, con esta búsqueda de variantes en ataque, la defensa siguió con su mismo problema. El mismo del semestre pasado. Así, en el segundo gol de Racing hubo cuatro jugadores de Independiente cerca de la pelota que no reaccionaron para buscar el rebote y/o tapar el remate de Bou, quien solísimo y después de un arquero que, esta vez, sí demostró tener reflejos en las manos, convirtió el segundo gol apenas arrancó el segundo tiempo. Eso hizo que se desarme la línea de cinco atrás, y que Riaño ingrese por Breitenbruch. Luego, Bellocq por Pisano. Así Independiente quedó parado de la siguiente forma: Rodríguez en el arco; línea de cuatro con Figal por derecha, Aguilera y Cuesta de centrales y Papa por izquierda; doble cinco de contención con Bellocq y el ‘Toro’ Rodríguez; Mancuello más adelantado por todo el frente de ataque, acompañado por Riaño y Benítez; Albertengo de único punta. Más allá de este planteamiento el partido parecía terminado porque Racing se plantó bien en la mitad y al Rojo nunca se le cayó una idea. Fue el equipo rápido más lento que vi en mi vida. Incluso más lento que con Montenegro. Si bien estos partidos de verano deben servir de prueba para saber qué hacer y qué no durante la competencia oficial, da la sensación que esto es una muestra de lo que hay. Así quiere jugar el técnico, y por ahora le está saliendo muy mal. Si bien uno piensa que hay cosas que pueden llegar a cambiar (como los laterales, por ejemplo), creo que esta es la propuesta que quiere el DT, y no va a modificarla. En los papeles es atractiva, pero en la práctica no funciona.