La derrota ante Talleres caló hondo, pero entre la bronca y la frustración también hubo espacio para una declaración que dejó huella. Nicolás Freire, autor del empate transitorio del Rojo con un gran cabezazo, habló tras el partido y sorprendió a todos con una confesión tan sincera como conmovedora.

"Da bronca, porque cuando más enérgico estaba el equipo, con la posibilidad de ir a buscar el resultado, nos golpearon de esa manera, pero bueno, esto es fútbol, lidiamos con eso, solo queda levantar la cabeza", expresó el zaguero central, que además de lamentar el resultado, dejó entrever su agradecimiento al club y al cuerpo médico.

"Agradezco especialmente al cuerpo médico, cuando llegué me sentía un ex jugador, y esta institución me abrió los brazos, me recibieron de una muy buena manera, espero de a poco ir demostrando mi mejor forma", confesó Freire, haciendo referencia a la dura lesión que lo tuvo más de un año alejado de las canchas y que, por momentos, lo hizo pensar en el retiro.

Sobre el tumulto del final, el defensor fue claro: "La adrenalina hace que cuando jugás esta clase de partidos con mucha intensidad, muchas veces se pique, pero hay que tratar de mantener el control y sobre todo ser respetuosos en la victoria y en la derrota".

Más allá de la caída, sus palabras dejaron algo claro: Freire volvió. Y está más vivo que nunca.