necesita tiempo
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Necesita tiempo
08/08/2016
Por: Gonzalo Rivera
8 de agosto de 2016
El debut oficial de Gabriel Milito como entrenador de Independiente fue con derrota. El Rojo cayó por 1-0 ante Defensa y Justicia y quedó eliminado en los 16avos de final de la Copa Argentina. ¿Qué buscó el DT?
El planteo inicial de Gaby sufrió algunos cambios con respecto a lo que habíamos visto en el amistoso ante Gimnasia. La sorpresiva salida de Leandro Fernández le abrió lugar a Juan Sánchez Miño, uno de los dos refuerzos. Además, la balanza para el técnico pesó a favor de Jesús Méndez, en detrimento del Marciano Ortíz.
Más allá del mínimo cambio de nombres, la principal diferencia en relación a lo visto en La Plata estuvo desde la presencia en la cancha. Independiente no logró imponerse a su rival y, cuando eso sucede, la propuesta del Mariscal queda desdibujada.
El verdadero equipo de Milito se vio durante los primeros minutos; ése sí fue cercano al que enfrentó al Lobo. Sin ahogar a Defensa, el Rojo tuvo superioridad numérica en todos los sectores y fue el dueño del balón. Así se armó el esqueleto de lo propuesto por el Mariscal: los extremos pegados a las líneas, Benítez con soltura y Denis abastecido.
Sin embargo, la ilusión se convirtió en un sueño fugaz. El equipo de Holan pareció dar en la tecla promediando el PT e Independiente entró en un laberinto sin salida. Milito vio que sus jugadores no encontraban respuesta alguna y, ya en la segunda parte, buscó variantes, aunque sólo pudo realizar dos porque la salida de Pellerano le hizo perder la primera.
Segundos después del gol, Gaby llamó al pibe Barco, a quien ubicó como interno para que le diera frescura a un equipo sin ideas. La última modificación decidida por el DT fue el ingreso de Vera, quien se paró cerca de Denis, aunque con mucha más salida y dejando al Tanque en el punto penal.
En el análisis quedó para el final lo hecho por la defensa de Independiente. No hay dudas de que es el sector más desprotegido ante lo planteado por el Mariscal, pero el rendimiento de los centrales deberá mejorar notoriamente, más allá de la idea con la que el entrenador pare al equipo en la cancha. Errores individuales e infantiles son los que llevaron a las fallas; está claro que allí poco puede hacer el DT.
El inicio está lejos de ser el mejor. Pero se sabe que no es fácil inculcar la gran cantidad de conceptos que Gaby le está aportando a sus jugadores. Por eso habrá que darle tiempo al equipo y, sobre todo, a él. Porque si hay alguien que merece tiempo en Independiente, es Milito.