Independiente está en una crisis económica muy grande, producto entre otras cosas, de un nefasto segundo mandato de Hugo Moyano, de los peores gobiernos que se han visto en la historia del club.

Y eso es tan cierto, como que en el primer mes de mandato, esta dirigencia no estuvo a la altura ni de las expectativas generadas ni de lo que prometieron en la campaña electoral.

El informe de ayer está bien que se haga, era necesario, pero la realidad es que confirmó los números que dio el último balance de la era anterior a fines de septiembre. Si alguien se sorprendió con las cifras, es simplemente porque no se había tomado el trabajo de informarse. Lo de ayer no es ninguna novedad, Independiente está en una grave crisis y la gestión de los Moyano fue un desastre. Ya lo sabíamos, por eso ni se presentaron a las elecciones y el candidato oficialista salió tercero de tres. No hay ninguna novedad.

La diferencia, claro está, es que el balance escondía detalles que nos convierten hoy en el hazmerreír de las redes sociales, como el dato de la deuda de 15 millones de pesos en un super Chino. ¿Y la novedad cual sería? A todos nos da bronca ese dato, el tema es ver que hacemos con esa información tan "memeable" (si es que se me permite el término). Si eran un desastre para contratar jugadores, si ni siquiera se dignaron a contestar cartas documento en un juicio millonario, ¿alguien suponía que para la pensión de Domínico tenían un jefe de compras brillante que peleaba los precios, o que conseguían canjes en los mejores mayoristas? No, también manejaban mal eso, no es ninguna novedad. Salvo que nos digan que la deuda es por la compra de papas fritas y latas de cerveza, algo que transformaría la noticia en un acto delictivo y no en inoperancia dirigencial. Caso contrario, parece más una puesta en escena para desviar el foco de atención.

Si se busca una novedad en lo de ayer, es sin dudas la demanda contra Moyano y Maldonado por la deuda de Oca hacia el club, algo que ojalá llegue hasta las últimas consecuencias. Después, solo confirmó que el club está como nos dijeron que estaba, con las deudas que ya sabíamos. Y lamentablemente tampoco hay demasiadas novedades teniendo en cuenta las promesas de campaña.

No hubo ningún avance con el América de México, a pesar de lo que hablaron antes de los comicios. No trajeron a Stilitano porque era el profesional que querían, sino porque se les cayeron todos y cada uno de los que mencionaron antes, como Holan, Heinze, Gareca, Quinteros, Sava, Guede, Gorosito y Pellegrino. Ojalá Leandro sea el mejor técnico de la historia del fútbol mundial, pero la realidad es que hoy Independiente tiene un entrenador que no tiene cuerpo técnico, en una clara muestra de improvisación, algo que asusta.

Confirmaron la ida de Falcioni sin negociar con él, luego de haber anunciado lo mismo antes, para que después algunos dirigentes deslicen la chance de que se quedaba.

Aún no arreglaron con ningún patrocinante, a pesar de haber anunciado que ya los tenían, porque con la partida de los Moyano llegaría una especie de lluvia de sponsors. Tampoco la renovación de algunos valores del plantel, con los que habían dicho que estaban hablando, llevando tranquilidad a los socios.

Que se entienda, el objetivo de esta nota no es hablar mal del gobierno actual, ni bien de la horrible gestión Moyanista. De hecho deseo fervientemente que el mandato de Doman sea el mejor de la historia del club, es lo que queremos todos los que amamos a Independiente, que está por encima de todo y todos. Simplemente lo que se busca es poner los puntos sobre las íes, analizar la información de ayer y el primer mes de la nueva dirigencia. Y en ninguna de las dos cosas hubo novedades. Ojalá las haya pronto.