no levanta
no levanta
No cambió nada
04/03/2014
Por: Lucas Riggio
4 de marzo de 2014
El Rojo cayó 2 a 1 ante Independiente Rivadavia de Mendoza con un jugador más en casi todo el partido. Los cambios estratégicos y de apellido no cambiaron el presente futbolístico del equipo.
El lamentable rendimiento que Independiente venía mostrando en la segunda rueda de la B Nacional (siendo el partido ante Atlético Tucumán el detonante) hizo que el entrenador Omar De Felippe buscara variantes en el once inicial con el objetivo de revertir la imagen y presente futbolístico.
Por eso, el Rojo salió con novedades al campo de juego: Samuel Cáceres se sumó a la zaga central acompañando a Cristian Tula, Claudio Morel Rodríguez pasó a jugar de lateral izquierdo, Federico Mancuello hizo lo propio de volante, Hernán Fredes ingresó para acompañar a Franco Bellocq en el medio y Sebastián Penco fue el nueve de área. Un 4/4/2 que tuvo a Federico Insúa y Matías Pisano en el banco de suplentes y a Martín Zapata nuevamente como volante derecho.
El encuentro comenzó con Independiente mucho más tranquilo que en las anteriores disputas. El elenco rojo se hizo dueño rápido de la pelota y la hacía circular con paciencia en búsqueda del arco rival. Así, a los tres minutos, el Rojo tuvo la primera chance de gol en los pies de Mancuello: el volante probó al arco de un zurdazo y se encontró con una buena reacción del arquero Josué Ayala. Tan sólo un minuto más tarde, Fredes remató y la pelota pasó cerca.
Cuando todavía el partido se estaba armando e Independiente intentaba consolidarse aún más en la cancha, Caballero fue partícipe de una fuerte infracción ante Zapata que le costó la tarjeta roja y dejó a Independiente Rivadavia de Mendoza con un jugador menos.
A los diez minutos, Fredes fue protagonista de un excelente pase a Mancuello, quien ya se mostraba muy participativo en la ofensiva, y tuvo un mano a mano con el arquero rival que fue mal anulado por el árbitro por cobrar un off-side inexistente.
Cuatro minutos más tarde, cuando Independiente se mostraba tranquilo, sin sobresaltos y dominador del balón, una distracción defensiva le costó caro: en un tiro libre en ¾ de cancha, todos se quedaron “dormidos” y una avivada de Pérez habilitó a Gamba, quien se desprendió de la defensa sin marca alguna y convirtió el primer gol del partido.
El Rojo hubiera conseguido el empate rápidamente si no hubiera sido por el off-side, nuevamente, mal cobrado por Laverni. Es que a los 18, como si se tratase de un deja vú, Fredes volvió a habilitar de gran manera a Mancuello y, esta vez, el voalnte había convertido.
Pese a estar perdiendo, Independiente se seguía mostrando paciente con la pelota y a la espera de encontrar espacios. Sin embargo, como en el resto del campeonato, los errores propios facilitaron la tarea del rival. Y así fue a los 30, cuando Fredes perdió la redonda en el mediocampo y, con una defensa mal parada en el retroceso, la jugada finalizó en los pies de Gamba, quien remató cruzado y clavó la pelota junto al palo izquierdo del Ruso Rodríguez.
Luego del gol, Pisano ingresó en lugar de Vallés y el Rojo pasó a jugar con tres en el fondo. No obstante, un remate de Montenegro y una posibilidad de Penco en el último minuto fueron las únicas chances destacables de la última parte del primer tiempo.
En el complemento De Felippe ingresó a Adrián Fernández por Bellocq, con ánimos de tener más peso ofensivo. Sin embargo, el equipo mendocino hizo un planteo inteligente que obligaba a Independiente a no poder volver a equivocarse.
Hubo muy pocas chances de gol en esta etapa del partido. Es que el conjunto de Trotta se refugiaba de gran manera en el fondo, esperando al equipo visitante, pero al mismo tiempo estaba a la expectativa de posibles contragolpes.
Llegando a los 20 minutos, el nerviosismo y la desesperación comenzaron a hacerse protagonistas en el conjunto de Avellaneda. Por eso, a los 30, las reiteradas faltas cerca del arco defendido por Rodríguez, sumado a las amarillas de Tula, Morel y Zapata fueron un buen reflejo de un Independiente sin ideas e impaciente en todos sus sectores.
Aún así, a los 38, Federico Mancuello (quien había tenido varias chances de gol en la primera parte) remató de izquierda a derecha dentro del área y puso el descuento para la ilusión del Rojo.
Tan sólo tres minutos más tarde, Adrián Fernández tuvo un mano a mano en el que tardó en reaccionar y no remató. Sin embargo, la pelota le llegó pinchada a Penco y cuando el delantero cabeceó a los tres palos (que se encontraba sin el arquero posicionado) la pelota terminó rebotando en un defensor parado en la línea.
Cambiaron algunos apellidos, cambió también el esquema táctico, pero no cambió el rendimiento. El equipo dirigido por Omar De Felippe volvió a jugar mal y cada vez se complica más en su lucha por el ascenso.