No, el título no hace referencia a que a Independiente lo durmieron como con Elías Gómez. Tranquilos, bah, al menos por ahora.

Estamos hablando de otra posición, en la que Eduardo Domínguez, con toda la razón del mundo, pretende más de un jugador.

El plantel necesita delanteros, más luego de las partidas de Silvio Romero y (aún no oficializada) Alan Velasco. Con la llegada de Damián Batallini ya confirmada, el técnico pretende al menos otro delantero.

Uno de los primeros nombres que sonó en este mercado es el de Wanchope Ávila, delantero conocido del DT y el Rolfi, quienes charlaron con él. Y si bien el arreglo con el jugador era relativamente fácil, el tema pasó siempre por las pocas ganas de Boca de prestarlo.

Algo que se agrava con las deudas que mantiene el club con el Xeneixe. Y como se sabe que el Rojo no dispone de dinero para comprar, y en caso de hacerlo no gastarlo en un profesional de 32 años. Asi que salvo que pase algo extraño, como que los de Riquelme cambien su postura, es casi imposible que Domínguez pueda contar con él.

Diferente es el caso de Leandro Fernández, delantero conocido por todos, que fue ofrecido hace unos días. El hecho de que Lean se haya ido libre hace un año y medio, en plena pandemia, hizo que en principio se rechazara la chance. Pero la insistencia del entrenador, no sabemos si por gusto personal o por ver que no llegan refuerzos, hizo crecer la posibilidad.

Tanto que si el delantero baja las pretensiones, puede convertirse en el segundo delantero, para darle al menos un gusto al técnico.

Veremos que pasa en las próximas horas.