paladares rojos 12
paladares rojos 12
Paladares Rojos
25/04/2018
Por: Javier Brizuela
25 de abril de 2018
Las vivencias, pensamientos y formas de ser de cada uno hacen que existan distintas miradas sobre los mismos hechos. Y en un club con la historia de Independiente eso pasa todo el tiempo. En la cancha, la calle, internet y hasta en una familia. En esta columna mostramos como viven la actualidad Roja un abuelo y un nieto, dueños de paladares muy distintos, muchas veces opuestos y que representan a dos generaciones de hinchas. Y cuando se encuentran a la salida de la cancha o en las reuniones familiares se dan discusiones imperdibles. ¿Con cuál de los dos te identificás más?
Pocho es el abuelo de Nico, un veterano fanático, socio vitalicio y “veneno” del Rojo de nacimiento. De niño se enamoró de las historias de Erico haciendo goles suspendido en el aire y evitando convertir más para ganarse un auto. Paseó su juventud por todos los estadios argentinos y sudamericanos disfrutando la época dorada del Rey de Copas y viendo a los mejores equipos. Pero haber vivido ese pasado glorioso tan de cerca lo ha vuelto muy poco tolerante con la actualidad del club, los políticos y los jugadores. Fundamentalista del paladar negro, la nostalgia lo hace opinar siempre en caliente y lo transformó en un pesimista nato, al igual que la mayoría de sus compañeros de platea. Se lo ha escuchado mil veces decir “para ver esto no vengo nunca más” y hasta rompió el carnet en medio de una calentura; sin embargo jamás dejó de ir a la cancha ya que su amor por el Rojo sigue intacto. Además adora concurrir con su nieto, aunque lo viva tildando de “contra” y “amargo”, motes que en vez de enojarlo lo llenan de orgullo.
Nico heredó la pasión por Independiente de su abuelo y se hizo tan o más fanático que él. Al Bocha lo vio solo en videos. Tenía algún vago recuerdo del 95, pero más porque le llamaba la atención que estaba dando la vuelta el dinosaurio Bernardo de Tinelli que por ser consciente de lo que acontecía. Su primer festejo en vivo, aunque también era chico, lo tuvo en cancha de San Lorenzo. Después del penal de Tuzzio gritó su primera Copa, aunque la vuelta que sin dudas más disfrutó cubierto de lágrimas fue la última abrazado a su abuelo en el mismísimo Maracaná. Respeta el pasado, acepta el presente y siempre mira esperanzado hacia el futuro. Optimista por naturaleza, es totalmente incondicional y va a todos lados sin que le importe nada. No putea a los jugadores y nunca se deja llevar por la calentura. Le encanta ir a la cancha y discutir con Pocho, a quien ama y envidia a la vez. Cada vez que lo gasta por su poca paciencia recibe la acusación de “conformista” o “hincha de la hinchada” algo que no le molesta, ya que sostiene que “en las malas hay que bancar mucho más”.
-Entre que bajamos el nivel y lo del árbitro uruguayo con los brazucas no embocamos una abuelo, estamos como los delanteros del Rojo.
-Dejá de buscar excusas nene, los árbitros son malos, a favor y en contra, sino mirá la de Verón con Boca.
-Pero si no fue mano, ¿de qué hablás?
-Ya lo se, pero si nos estarían perjudicando (aclaración: Pocho dijo cagando, pero en Orgullo Rojo no ponemos palabrotas) le hubieran dado el penal y no lo hicieron.
-Se la cobraron con creces con Corinthians… Hasta el empate nos servía ese día y lo hicimos, pero lo anularon.
-La única verdad es que el equipo es un desastre, hace rato lo sabemos y no lo queremos ver, porque todavía nos dura la sonrisa del Maracaná. Mientras tanto estamos afuera de la zona de clasificación a la Libertadores del año que viene y en la actual últimos en un grupo en el que juega un equipo de Venezuela con nombre de mina.
-Es cierto, estamos a un punto nomás de clasificar a la del 2019 y con un partido menos cuartos en el grupo. Pero también es verdad que dependemos de nosotros y que hace unos años este contexto era impensable y ahora suena a poco. La confianza está intacta.
-¿Intacta? Perdieron la Recopa por hacerse expulsar en las dos finales y están jugando mal desde el Maracaná en adelante. Desde que se fue Kohan no levanta las piernas en el segundo tiempo el equipo.
-Dejá de comprarle humo al periodismo abuelo, haceme el favor. La caída es futbolística, no física, eso es todo chamuyo. Y la confianza sigue intacta no por una cuestión de fe, sino porque sabemos perfectamente que Campaña no es el de esta semana, que Bustos no es el del lunes, ni Meza, ni el Puma y así con el resto. Nos dieron una alegría enorme hace poco, estoy a muerte con este equipo y con este DT que nos devolvió la identidad.
-Si, y también nos hizo gastar quince palos en refuerzos que lo único que hicieron fue subirme la presión. ¿Me decís que hacemos con Gaibor y los Romeros?
-Lo mismo que con Rigoni, Meza, Miño y el Puma por ejemplo. Esperarlos y confiar. ¿Vos te olvidás lo que decías de ellos? Yo no eh…
-Esperemos que le salga bien, porque con lo que gastó no va a volver a pedir jugadores en esos puestos y si siguen sin rendir nos va a ir mal en el otro semestre también.
-Lo mismo decías hace un año y terminaste el 2017 haciéndote pis de la alegría en Río.
-Me hiciste agarrar ganas.
-¿De dar otra vuelta? Que vivo…
-No, de ir al baño.
-Andá, andá al baño abuelo (aclaración: en realidad Nico lo mandó a cagar, pero en Orgullo Rojo nos parece fuerte esa frase).