"El fútbol argentino es así", intentan justificar algunos. "La culpa es de la sociedad", esgrimen otros. "A los políticos les conviene", aducen los terceros. Así podríamos seguir todo el día con frases que se instalan y que muchas veces son ciertas pero que no llevan a nada. Está columna no intenta ser ni paladín de la justicia, ni se escribe desde una soberbia de alguien que se las sabe todas. No, se lo mismo que ustedes, pienso cada una de esas máximas y hasta me las creo, pero hay que hacer algo, y si como muchos otros dicen no se puede hacer nada, paremos la pelota. El fútbol argentino vivió el jueves un día trágicamente bizarro. Al conocerse el fallecimiento de Emanuel Ortega, jugador de San Martín de Burzaco, la AFA decidió suspender la fecha. Lo que no quedó claro es si la suspensión fue por una cuestión de luto como cuando muriera Julio Grondona o si el parate es para ver de que manera una muerte evitable como la de este chico, valga la redundancia, se puede evitar. Todos sabemos que nada va a cambiar. Lo de Ortega es una desgracia que le pudo pasar a cualquiera, y es, en el fútbol profesional argentino, la primera vez que ocurre algo semejante. Hay negligencia pero está claro que nada fue premeditado. Paredes hay en muchas de las canchas del ascenso, muchos jugadores cuerpean como lo hizo el rival de Ortega -ni siquiera fue tan fuerte-. Hay una cuota grande de mala suerte, pero repito, se pudo evitar. La AFA decide suspender la jornada tras conocerse el deceso de Ortega, pero permite que ese mismo día -y acá viene lo bizarro- se dispute un clásico entre Boca y River. Es cierto que es de otra confederación, pero, ¿el luto es solo para partidos locales? ¿Es lógico eso? Creo que no. Las excusas de que no había fechas solamente dejan expuestos a los organizadores de estos mamarrachos: si hay calendario nos solidarizamos, sino nos chupa un huevo. Y, como para completar, lo que sería la cereza de una torta gigante contaminada entre hipocresía e intereses, en el clásico entre Boca y River pasó lo que pasó. Y esto no es exclusividad del conjunto Xeneize. Pasa en todo el fútbol argentino, esta vez, por una cuestión de puntería lastimaron a 4 jugadores que pudieron ser más. Pero no difiere de cuando una hinchada tira piedras y le pega a un arquero, y vos, como yo, hincha de Independiente, sabés a que me refiero. Hay que terminar con la hipocresía y si es necesario parar el fútbol por tiempo indeterminado hasta que cambien las leyes. Es vergonzoso todo lo que pasó a partir del jueves. Jugadores rehenes en una cancha tras recibir un ataque insólito con compuestos químicos. No pudiendo ser atendidos en un hospital. Y la sanción que recibió el club que provocó estos incidentes pareció estar redactada por su propio presidente, sobre todo el punto 5. Que se tiene que ocupar el gobierno, que FOX se disfrace de CONMEBOL y te maneja todo el plano internacional, todo lo que quieran, pero esto así se va al tacho. El jueves, murió no sólo un jugador de fútbol, sino un poco más de este fútbol que, y no me chamuyen con el folclore, amamos pero que nos duele ver. Seguramente, el show deberá continuar y esta columna se podrá "copypastear" ante la próxima tragedia. Ojalá no sea así.