Hoy quiero hablar de una persona importante para mí, para vos, para todos. Una persona de esas que le hace bien al fútbol argentino. Esa persona es un SEÑOR y escribo SEÑOR con mayúscula porque a él se lo escribe como se lo observa, enorme.
Alguna vez de chico escuché que grande es aquella persona que te hace sentir que vos también podes serlo. ¿Y saben qué? Miguel Ángel Santoro es eso, un grande. Un hombre que es del barrio, porque nació en Sarandí hace 73 años atrás y que cuando era apenas un joven de 21 pirulos ganó su primer campeonato con Independiente, el Nacional de 1963.
Pero esto no fue la única copa con la que brindó Pepé, su vida en el rojo fue un gran banquete por diez años, en los que ganó otro Nacional en el 67, un metropolitano en el 70, aquel torneo de Primera División del 71, 4 libertadores (1964, 1965, 1972, 1973), 1 Interamericana en el 72 y la Intercontinental del 73.
No solo se calzó el buzo de arquero, también se calzó el de DT en las inferiores del Rojo y el de entrenador de arqueros en nada más y nada menos que la Selección Argentina. Decidió en otras ocasiones dirigir a la primera del Rojo en el peor momento de su gloriosa historia, porque Pepé siempre fue así, nunca se permitió ver mal a Independiente, se calzó los guantes como él solo sabía hacerlo y sacó las papas calientes del horno en el que nos encontrábamos.
Por todas estas cosas y por todo lo que dicen que sos como persona los jugadores, ex compañeros tuyos y amigos en el club, te deseamos el mejor de los cumpleaños. Que este año te encuentre de vuelta festejando más copas con el club de tus amores, sonriendo, con los brazos en alto, saludando a la gente como solo los grandes saben y pueden hacerlo, porque vos sos parte del orgullo que nos representa a cada hincha del rojo, ese orgullo que vale la pena contar una y otra vez a los más chicos para que se les iluminen los ojos y repitan la historia.
Gracias Pepé