pierna fuerte templada
pierna fuerte templada
Pierna fuerte y templada
15/02/2018
Por: Franco Niccolini
15 de febrero de 2018
Independiente, con un hombre menos, empató 1 a 1 ante Gremio, en la ida de la Recopa Sudamericana, Luan abrió el partido, tras un error defensivo y Fernando Gaibor de pelota parada, logró la paridad.
En el día de los enamorados, Ariel Holan planteó un once inicial bastante agresivo, buscando un buen resultado en el primer partido de la Recopa. El cotejo arrancó con ambos protagonistas expectantes de los movimientos de su rival. A Gremio le interesaba cerrar sus líneas y obligaba al Rojo a manejar la pelota en primera línea.
Independiente proponía peligro por el sector de Jonathan Menéndez, párrafo aparte su actuación, lastimó siempre que pudo generando desorden en la defensa brasilera. Cumplido el cuarto de hora, Maxi Meza estrelló un cabezazo en el travesaño, tras un córner. Cinco minutos después, el que no pudo empujarla de zurda fue Martín Benítez, que llegó mal pisado luego de una buena triangulación.
Lo que parecía un monólogo por parte de los dirigidos por Ariel Holan, se desmoronaría por un error en la salida. Previo a esto cabe destacar el abuso de los arqueros a la hora de frenar el juego, por ser los mas “vulnerables” dentro del campo, el arbitraje mundial le permite manejar el tiempo de los partidos, Andújar lo hizo hace pocos días y hoy Marcelo Grohe recurrió a dicho vicio, simulando un golpe en el hombro. Por un conjunto de errores técnicos y conceptuales, entre Amorebieta (falló el pase), Franco (dudó) y Campaña (no achicó como pedía la jugada), Luan, la figura del Gremio, capitalizó al 100% el error y logró poner al equipo brasilero en ventaja.
Tres minutos después las cosas empeorarían aún más, Roddy Zambrano amonestó a Gigliotti por un codazo, pero por intercomunicador le avisaron que revise la jugada mediante el VAR. Luego de la consulta, el juez cambió el color de la tarjeta y expulsó al “Puma”.
Con el resultado en contra, y con un jugador menos, Independiente infló el pecho y sacó esa mística copera que lo separa de los equipos comunes. El Rojo siguió atacando y mediante de un tiro libre, del debutante Fernando Gaibor, el Rey de Copas empató el partido. El nuevo portador de la 10 le puso veneno a su tiro y tras un desvío en Bruno Cortez, que dejó descolocado al golero, llegó el ansiado empate.
Por momentos se vio un duelo propio de una final. Cada estandarte Rojo dejó todo en cada pelota dividida, todas se pelearon como si fueran la última pelota del partido y el compromiso, actitud e intensidad que es el lema de este equipo, se vio a flor de piel.
El segundo acto fue muy diferente, Gremio tomó la iniciativa de corromper a un Independiente agotado. El último campeón de la Libertadores, con un hombre más, jamás pudo poner en jaque al Rey, que con mucha entrega y amor propio nunca regaló nada, luchó, corrió y dejó todo.
No hubo situaciones claras en el complemento, destacar a alguien sería injusto ya que todos estuvieron a la altura de la final. Hoy en San Valentín la gente enamorada de su equipo aplaudió la entrega y el sacrificio de esos leones. La tinta está fresca y sobra papel para escribir una nueva epopeya en las hojas doradas del Club Atlético Independiente