Seguimos con esta columna en la que tratamos de analizar según lo acontecido en el último semestre el plantel de Independiente, como para arribar a conclusiones que nos permitan saber para qué estamos y qué nos hace falta. En este capítulo es el turno de la defensa. Sin lugar a dudas desde la llegada de Pellegrino es la línea que más a crecido en cuanto a rendimiento y consideración de la gente. Sirve como ejemplo mencionar que el Ruso fue batido en la segunda parte del torneo la mitad de las veces que en la anterior. Quince goles en contra en las primeras 15 fechas con Almirón y Berón y siete en las restantes con Pellegrino (sin contar liguilla), es un dato irrefutable. También vale la pena remarcar que la levantada coincide con el arribo de Pellerano, quién se convirtió en un baluarte de la zaga central y un líder dentro del campo para el equipo. El exVélez debutó en el tercer partido del semestre ante Rafaela y se ganó la titularidad a base de buenas actuaciones. Su compañero, Víctor Cuesta, también tuvo un buen rendimiento, conformando una dupla que ha demostrado ser de lo mejor del torneo en este semestre. En una decisión acertada la dirigencia compró el 50% que le faltaba del zurdo, cuyo pase pertenece ahora íntegramente al Rojo. Ambos son una fija para el 2016, de no mediar alguna venta, claro está. Todo hace suponer que en febrero Independiente arrancará con la misma línea defensiva con la que terminó el año. Y si eso es una buena noticia es porque los laterales que tantas expectativas generaron al llegar de Banfield se afirmaron, sobre todo Tagliafico. El tres se ganó el cariño de la gente dejando la vida en cada pelota y ha sido de lo mejor del equipo. Toledo no tuvo el mismo rendimiento pero cumplió, y aunque Pellegrino pidió un lateral derecho, no parece correr riesgo su titularidad. La cantidad de partidos jugados por cada uno de los cuatro en el semestre habla de una continuidad y de la regularidad que mostraron. Entre todos suman solamente 14 partidos no jugados en el semestre, contando torneo, liguilla y copas. Hasta acá todo lindo, una defensa que sale de memoria y que se mostró firme y confiable en la mayoría de los partidos. El problema al que deberá sobreponerse esta línea, que fue el gran karma del equipo en la segunda parte del 2015 es el recambio. Victorino era el único suplente con el mismo nivel o similar del jugador titular. Pero el uruguayo, buscando continuidad en el ocaso de su carrera y con Independiente fuera de la Libertadores se fue. La continuidad de Papa es una incógnita y a varios de los juveniles les llegó la notificación de que no serán tenidos en cuenta. Entre ellos Zárate, Barrios y Figal, tres jugadores que fueron recambio en la defensa. El entrenador pidió un lateral y un central para cubrir estas vacantes, habrá que ver si los dirigentes los pueden conseguir. Rodrigo Moreira, jugador de selecciones juveniles, aparece como el central de más experiencia para dar el salto y convertirse en una opción. En definitiva, Independiente hoy cuenta con una defensa confiable, pero hasta el momento no tiene recambio, algo que teniendo un solo torneo en el primer semestre del 2016 puede no ser grave salvo en caso de lesiones.