Independiente ganó un partido para el infarto: lo comenzó ganando, Sportivo Belgrano se lo empató, se puso en ventaja otra vez, se lo volvieron a igualar, pero Rodríguez convirtió el tercero de penal para la alegría de Avellaneda. Tula y Vidal marcaron los restantes, mientras que Medina y Miranda igualaron para Sportivo Belgrano. El Rojo, como en todas las fechas, estaba obligado a ganar. Sin embargo, esta vez de no hacerlo, todo se complicaba aún más: quedaba detrás de Unión, de Crucero del Norte y con el mismo puntaje que Huracán. Por otra parte, Javier Cantero ya había sido historia como Presidente y un nuevo capítulo comenzaba en el Libertadores de América ante Sportivo Belgrano, quien peleaba los últimos puestos de la tabla de posiciones. Entre el once inicial desfilaba Claudio Morel Rodríguez, quien ocupó la banda izquierda y  no jugaba desde hacía varias fechas atrás. Por su lado, Adrián Fernández -después de ganarle la pulseada a Sebastián Penco-hacía de delantero en lugar de Facundo Parra. Durante el primer tiempo se pudo apreciar a un Sportivo Belgrano que intentaba jugar de igual a igual. Al mismo tiempo, Independiente se iba haciendo dueño de la pelota a medida que el tiempo pasaba pero no lograba inquietar el arco rival. De hecho, las primeras jugadas de peligro fueron del elenco verde: un remate desviado del delantero Cristian Insaurralde apenas iniciado el encuentro y otra oportunidad en los pies, esta vez imprecisos, de Juan Pablo Francia. La mejor carta, y la que más usaba el Rojo, era la de Matías Pisano. El “Enano” se apoyó más por el sector izquierdo, pero estuvo movedizo por diferentes sectores del campo y se mostró como la principal alternativa de desequilibrio. Independiente tenía la pelota y ráfagas de buen fútbol, pero no alcanzaba para dañar y carecía de ideas para finalizar correctamente las jugadas. En cambio el equipo Cordobés, cada vez se veía obligado a esperar más cerca de su propio arco pero mantenía sus principales armas para lastimar de contra: Francia e Insaurralde.             Parecía que aquella formula moriría con los primeros 45 minutos. Sin embargo, a los 31, luego de una serie de rebotes en el área, después de un gran busca-pie provocado por Federico Mancuello, Tula se encontró con la pelota dentro del rectángulo menor y le bastó con empujar el balón para concretar el 1 a 0. Pese al gol, Independiente seguía demostrando muchas deficiencias a la hora de marcar y en su manera de retroceder. Y justamente el déficit defensivo fue lo que justificó el empate: a los 39, en un córner a favor del conjunto visitante, Rodríguez no salió a cortar el centro y la pelota encontró la solitaria pierna del defensor César Medina. La hinchada se cansó de otro nuevo disgusto y el clima se volvió caldeado. Sin embargo, el conjunto Rojo volvió a sonreír gracias al magnífico remate de Marcelo Vidal, quien aprovechó un rebote dentro del área y colocó fuertemente la pelota junto al palo izquierdo de César Rigamonti cuando ya faltaban pocos minutos para el final de la primera parte.             El segundo tiempo fue mucho más dinámico que el primero. Belgrano intentó atacar de entrada y a Independiente le costaba hacerse dueño de la disputa. Así, a los nueve minutos, Franco Miranda aprovechó el centro del tiro libre ejecutado por Francia desde el sector izquierdo y cabeceó para igualar nuevamente el partido.             Los Rojos estaban aún más obligados a buscar el tercer gol y esa misma obligación por atacar, hacía que el flojo retroceso del equipo se acentuara aún más. Así, a los 13, Francia perdió una situación inmejorable de gol luego de haber recibido un pase atrás y de pararse de frente al arco del Ruso Rodríguez. Uno o dos pases largos eran suficientes para que el conjunto Cordobés pudiera habilitar a sus delantero externos y crear así nuevas situaciones de peligro. Los dirigidos por Omar De Felippe no marcaban bien y la desesperación por quebrar la igualdad le daba resultados impositivos. El tiempo pasaba y las chances desperdiciadas de Fredes, luego de una gran habilitación de Pisano, sumadas a diferentes jugadas que se diluían en los últimos tramos de la cancha, terminaban haciendo creer que el tablero no se modificaría. Penco ingresó en lugar del paraguayo Fernández y a los 32 minutos, el cambio le dio la razón al entrenador Rojo: en un centro, Medina tomó de la camiseta al delantero y el árbitro no dudó en sancionar el castigo máximo. Quedan serias dudas respecto si aquel movimiento bastó para hacerlo caer, más teniendo en cuenta la exagerada reacción del ex San Martín de San Juan, pero poco le importó a Rodríguez. El arquero se acercó, tomó carrera y fusiló el arco para poner el 3 a 2 definitivo.       Fredes salió por Zapata, mientras que Montenegro se retiró en lugar de Miranda, agotando así los últimos dos cambios. Independiente logró aguantar los últimos minutos, con más sacrificio que ideas, y logró quedarse con tres puntos, quizás inmerecidos en el juego, pero que lo mantiene vivo en su sueño por el ascenso.