solo dejo de ganar
solo dejo de ganar
Sólo dejó de ganar
19/08/2015
Por: Mono Rubino
19 de agosto de 2015
El Rojo no venía goleado y tampoco gustando. Por eso, lo único que se vió hoy, fue que el equipo no pudo quedarse con la clasificación a la siguiente fase.
Independiente salió a jugar en el Estadio Único de La Plata con lo que parecería ser el esquema de siempre, pero “Longaniza” sorprendió al ubicar tres mediocampistas centrales con Méndez, Vitale y Ortíz, dejando a Martín Benítez ubicado por la izquierda, pero cerca del lateral derecho Araujo, lo que lo hacá jugar casi de wing, acompañando a Albertengo y Vera en la delantera.
La cuestión principal del primer tiempo, paso en gran parte por la habilidad del equipo de Guillermo Barros Schelotto para cerrarle los caminos por los costados al Rojo, esperarlo, cerderle el control, con lo cual, obligaba al equipo a jugar mucho o bien para atrás, o a dejársela a alguno de los delanteros que estaban siempre de espaldas y les costaba mucho darse vuelta. Por otra parte, Méndez se mostraba muy impreciso para jugar abierto por la derecha y Martín Benítez participaba poco y nada del juego porque se encontraba muy aislado, allá lejos en la izquierda.
De hecho, por la posición de Benítez llegó la acción del primer gol de Lanús, porque el misionero tapaba la subida de Araujo, pero, como la pelota no le llegaba clara nunca, comenzó a moverse más hacia el medio en el minuto 25. Como consecuencia, el lateral derecho granate pudo escalar con absoluta libertad para tirar el centro que terminó en la conversión de Román Martínez.
El gol no le sirvió a Independiente para mejorar, pero si para realizar algunos movimientos. Méndez fue a jugar un poco más al medio para hacerse con la pelota, pero la falta de precisión seguía siendo una constante, y por eso, tal como sucedió en casi todos los encuentros con Pellegrino al mando, no tuvo ninguna situación clara de gol.
El segundo tiempo comenzó con un Lanús renovado, que salió a presionar muy arriba a Independiente que ya había puesto a Pisano por Méndez, y que se encontró con un gran gol a los pocos minutos de haber iniciado el complemento. Ahora el granate recuperaba rapidísimo, porque presionaba en el medio, con mucha movilidad y mucha sorpresa, ante un equipo que le costaba encontrarle la vuelta al cambio de actitud tomado por su rival.
Aquino entró por Albertengo, a jugar por izquierda y Benítez se fue de punta. Pisano jugó de enganche, pero los minutos se le escurrían a un equipo que se mostraba confundido, aunque con muchas más ideas, ya que los ingresos fueron de jugadores con mayor vocación de generación de jugadas que los que estaban, acompañados por un equipo que jugaba varios metros más adelante. Para terminar de buscar el empate, Lucero hizo su ingreso por el “Marciano” Ortíz para acompañar un poco más a los jugadores de arriba y darles una referencia diferente.
El “Roña” le aportó traslado y juego, pero sólo fue acompañado de buena manera por Benítez, que sigue siendo la carta más importante en ofensiva, ya que él solo genero las pocas jugadas de peligro que acercó el Rojo a la valla de Ibañez.
Con los minutos, el vértigo le ganó a la cabeza, el equipo del “Mellizo” se retrasó, pero cuando tenía la pelota la administraba con mucho criterio, con Román Martínez y Gonzalo Castellani como figuras excluyentes que movían a la defensa roja de un lado a otro. Encima, si ya le costaba recuperar la pelota al mediocampo cuando estaban los tres mediocampistas juntos, ni qué decir cuando quedó sólo Vitale en la función de volante tapón.
En este encuentro se evidenció la falta de un plan alternativo ofensivo de Independiente. Ya que, si bien no brillaba para nada en los partidos anteriores, los ataques casi siempre buscaban ganar los costados, pero en esta ocasión, se le hizo muy difícil, y encima Lanús golpeó en los momentos justos.
Pellegrino lo venía diciendo luego de cada uno de los partidos, que no se jugaba bien y que el equipo era muy inconstante para hacerse con el control del juego. Esta derrota no quita lo bueno que se hizo en este brevísimo lapso, pero dejó muy en evidencia las falencias que Independiente muestra en cada uno de los encuentros que disputa: pocas variables ofensivas, falta de generación de juego y lentitud para recuperar la pelota cuando el rival se hace con la posesión.