somos nuestro peor rival
somos nuestro peor rival
Somos nuestro peor rival
05/04/2015
Por: Juan Manuel Colomer
5 de abril de 2015
¿Cómo se explica que Independiente haya arrancado ganando 7 de los 8 partidos del campeonato, pero que de esos 7 tan solo logró ganar 3? Lo más difícil en el futbol de hoy es sacar ventaja. Y eso, en la mayoría, se logró o muy rápido o producto de ser muy superior a los rivales y generar varias situaciones claras de gol. Y hay más: casi todos esos goles que sirven para abrir el marcador son producto de excelentes jugadas colectivas. Pero todo lo bueno que se construye con paciencia y esfuerzo, se cae como un castillo de naipes y casi siempre por errores no forzados nuestros que por méritos de los rivales. Jugamos contra nosotros mismos. Somos nuestro peor rival.
El equipo no se cansa de regalar contras, córners, penales y, como si fuera poco, la defensa tiene graves errores individuales (con Aguilera y Tagliafico a la cabeza) que facilitan aún más el trabajo del rival de turno. No hace falta hacer mucho para marcarle un gol a Independiente. Ahí radica la fragilidad de este equipo. Que además después no tiene la fortaleza y la personalidad para reponerse de esos golpes y, con rebeldía, lograr sacar adelante los partidos.
Las fotos se repiten y muchas veces nos parece estar viendo una y otra vez partidos que ya vimos. Seguimos sin poder encontrarle la vuelta a los rivales que vienen a meterse atrás, cortar con faltas sistemáticamente y hacer tiempo desde el primer minuto (amparados por el árbitro de turno) y a aprovechar los regalos en defensa que hacemos en cada partido. Y para colmo, este equipo no sabe ganar cuando las cosas se presentan de esta manera. En el segundo tiempo, cuando todo se volvía cada vez más complicado, es cuando hay que ganarlo “a lo guapo”. Y los jugadores sólo volvieron a mostrar su costado híbrido, apático y hasta por momentos displicente. Excluyo de este comentario al Toro Rodriguez. A mi gusto el mejor jugador de Independiente en lo que va del torneo. El único que entiende cómo hay que jugar cuando se viste esta camiseta. Emociona verlo correr de un lado a otro los 90 minutos, sin bajar los brazos y siempre intentando.
Nos costó mucho generar situaciones de gol. Otra vez se vio un equipo que avanza pero no ataca. Aun así merecía irse ganando el primer tiempo por más de un gol. Regaló inexplicablemente el empate. No defiende con uñas y dientes lo que le cuesta mucho conseguir, y el golpe de Coronel termina siendo de knockout teniendo todo un tiempo por delante para llevarse puesto a un rival muy pobre como Gimnasia.
También hay una histeria generalizada en la gente, producto de la grieta que hay en Independiente desde que la figura de Almirón empezó a dividir aguas, que hace que por momentos se haga imposible jugar a la pelota en medio de ese clima.
Ya no importa el Rojo. Todo pasa por ser Almironista o Anti Almirón. Incluso he visto gente deseando un gol del rival en la última jugada. Es triste pero es real. No van a la cancha a ver a Independiente, van a confirmar qué lado de la grieta tiene razón. Y pasa algo extraño: en las buenas producciones pareciera que el entrenador no tiene nada que ver. Ahora, cuando el equipo no gana, todo recae sobre la figura del técnico.
No recuerdo otra época en donde se hablara tanto de un técnico y su figura esté constantemente sobre el tapete como pasa hoy. Me gustaría que se hablara un poco más de los jugadores, sobre todo de sus errores y altibajos que explican esta irregularidad que exaspera.
Aguilera juega un partido bárbaro contra Quilmes y después intenta (y logra) jugar un poco peor cada semana. Méndez es la figura del partido contra Arsenal y los últimos dos, brilló por su ausencia. Pisano, que el año pasado, ponía mala cara cuando no jugaba o era reemplazado, aparece solo en cuentagotas. Solo por nombrar algunos casos. Acá hay responsabilidad de los protagonistas. Porque, además, Almirón no tiene plantel como para meter mano y que salgan los que no rinden. En los cambios queda evidenciado que los que están afuera es porque tienen un nivel aún más bajo.
Sigo pensando que Almirón nos ilusionó a todos con poco. Nos dio muestras en varios partidos de un fútbol de alto vuelo. Y entonces la gente va a la cancha con la expectativa muy alta. ¿O acaso Independiente tiene el plantel de estrellas que tienen Boca y River por citar dos ejemplos? Incorporó bien y tiene más que el año pasado, sí. Pero no nos engañemos. Graciani y Valencia son las alternativas de este equipo. No nos olvidemos. Con esto no quiero sacarle responsabilidad a Almirón porque sería muy fácil todo para el. Insisto que para mí tiene más virtudes que defectos y que su Independiente tuvo los mejores rendimientos del último tiempo sin ninguna duda. También creo que un cambio de DT no sería beneficioso en absoluto. No soy Almironista ni anti Almirón. De hecho, ser una cosa o la otra me parece muy poco productivo. Sobre todo al lado de ser únicamente de Independiente.