Esta noche en La Plata comienza no solo el año futbolístico de Independiente, sino también el ciclo de Eduardo Domínguez al mando del plantel. Y si encontramos alguna razón para ilusionarnos o ser optimistas, es por esto último.

Primero porque es un entrenador que al contrario de sus antecesores, tiene una idea que comulga más con la idiosincrasia Roja. Sin caer en una crítica a Pusineri y Falcioni, técnicos que dejaron más soluciones que problemas y cumplieron teniendo en cuenta el contexto recibido, Domínguez nos hace pensar en que vamos a ver, al menos desde las intenciones, un equipo más ofensivo. Y eso si bien no es una garantía de nada, siempre ilusiona más que prepararse para ver un micro delante del arco de Sosa.

Y segundo, porque los mercados de pases son los partidos que juegan los dirigentes. Y el encuentro que acaba de disputar la comisión directiva Roja, fue otra goleada en contra. Lo de Independiente en el período de transferencias fue una vergüenza, incluso teniendo en cuenta el contexto que vive la institución.

Porque para analizar lo que pasó, es menester pensar como dirigentes y no como hinchas. Porque los hinchas nunca pierden y con el mismo teclado que exigen contratar a Chumacero a todo costo, después insultan por malgastar los recursos del club. Lo vemos todos los días, por eso es importante saber diferenciar entre cosas que no nos gustan, pero que son lógicas según el momento, y errores u horrores ya imperdonables. Siempre teniendo en cuenta, que los culpables de esta crisis económica que padecemos, son los que siguen gobernando la institución. No son los únicos, pero si los máximos responsables de todo lo que ocurrió.

Entonces llegamos a conclusiones como que es lógico desprenderse de Silvio incluso regalándolo, porque lo que está haciendo la comisión directiva es ahorrando el salario más alto del plantel. Cuando uno tiene en cuenta esto, ve que no se va por 150.000 dólares, sino por lo que seguramente se le debía y lo que había que pagarle este año. Y si bien Silvio era de lo mejor que teníamos, ya no estaba en su mejor época y puede considerarse correcto pensar en su traspaso. Lo que es totalmente ridículo es cerrar en el último minuto del mercado de pases un número nueve prácticamente desconocido y no porque lo venías estudiando y considerás que es lo ideal, sino porque no pegaste una en todo el período. Ojalá Benegas sea Batistuta en la Fiorentina, la cuestión es que viene porque no quedaba otra. Y eso es un horror dirigencial.

Podemos entender que no se compre a Marcone, de hecho para mi está bien. Iván puede morirse de ganas de jugar en el club de sus amores, es buenísimo eso. Pero como buen hincha que es, tiene que entender que Independiente no está tan necesitado en esa posición y no puede pagar 2 millones de dólares por su pase, mucho menos al club que maneja su representante. Ni siquiera con un ahora 12, 18 o 24. Lo que es totalmente inentendible, es que coquetees con gastar un millón por un préstamo con un nueve que el técnico no quiere, o que entre el monto de los préstamos de tu goleador y el otro delantero que cediste, no llegues a cubrir lo que pagaste por el del lateral suplente de River. Que encima tiene una opción de compra que sabés perfectamente que nunca vas a poder abonar.

Se puede entender que no hayas llegado a un acuerdo por Cauteruccio, ya que Aldosivi defiende sus intereses y pide mucho dinero por su goleador. Lo que es hasta ridículo es que a la misma institución le hayas regalado un delantero unos días antes sin haber negociado esa posibilidad. Y encima por un monto que no alcanza para cubrir una las cuotas que debes, de una compra insólita como la de Chávez.

Se puede llegar a entender que en este contexto le renueves a Lucas Rodríguez, jugándotela a que su físico no lo deje afuera de la mitad de los partidos como en el año pasado. Simplemente porque futbolísticamente rindió, algo que lamentablemente no pasa aún con Ortega. Lo que es insólito es que negocies siete laterales izquierdos y todos prefieran irse a otras instituciones, que encima son menores casi todas. No se puede tener arreglado algo y dormir o dejar que te duerman, dejar pasar el tiempo o volver a pensar en otro.

En Mitre 470 no hay un sindicato, ni una verdulería, y manejan al club como si así lo fuera. En una negociación, siempre hay una de las partes que tiene la pelota, Independiente la perdió hace rato y duele muchísimo.

En definitiva, para afrontar el torneo que comienza hoy, Independiente perdió a tres mejores jugadores y no consiguió reemplazos de similares características. Las ilusiones están puestas en el técnico, que más que un entrenador tendrá que ser un superhéroe.